La equidad de género

Un plan de igualdad para el Parlament de Catalunya

La Cámara ha puesto en marcha un proyecto que tiene por objetivo desterrar el patriarcado de la sede de la soberanía popular

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Roger Torrent

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Uno de los mayores cambios democráticos del siglo XX fue la consecución por parte de las mujeres del sufragio pasivo y del sufragio activo. De hecho, podríamos decir que la democracia solo se materializa a partir del establecimiento del sufragio universal, es decir, cuando el 51% de la población, hasta entonces excluida, pasa a disponer de los derechos políticos, que son derechos humanos fundamentales.

Hoy en día, el objetivo de la igualdad de género es reconocido a nivel internacional como un elemento central para el desarrollo y el progreso de nuestras sociedades. Por lo tanto, debe implicar a todos los poderes públicos, y en especial a los Parlamentos, como sede de la soberanía popular y reflejo de la sociedad a la que quieren representar. Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer antes de que los Parlamentos sean actores líderes en la lucha por la igualdad de género.

El 23,8% en todo el mundo

Actualmente, según los datos más recientes de la Unión Interparlamentaria, las mujeres ocupan tan solo el 23,8% de los escaños del conjunto de Parlamentos a nivel mundial. El Parlament de Catalunya supera con creces esta cifra, con un 42,9% de diputadas en la actual legislatura. Un dato que contrasta con el 5,4 (solo siete mujeres) que había en 1980, pero aún insuficiente para acabar con la sobrerrepresentación masculina existente. En este sentido, debemos recordar que el pasado mes de enero la sociedad catalana se indignó con este Parlament al saberse que, a pesar de contar con el mayor número de diputadas en un inicio de legislatura, concretamente 58, seis de los siete integrantes de la Mesa son hombres.seis de los siete integrantes de la Mesa  Este es un ejemplo paradigmático de lo que no nos podemos permitir, y de por qué necesitamos dotarnos de instrumentos efectivos como un Plan de Igualdad.

Somos plenamente conscientes de que, en sociedades patriarcales, las relaciones de poder de género se reproducen en todos los espacios de interacción social, incluyendo las instituciones políticas. Por ello el Parlament de Catalunya pone en marcha un proyecto que tiene por objetivo desterrar el patriarcado de la sede de la soberanía popular.

Durante los siguientes 12 meses elaboraremos un plan de igualdad interno, con el que pretendemos que el Parlament de Catalunya sea uno de los más avanzados de Europa en igualdad de género. Nuestra cámara se une, así, a los pocos parlamentos de todo el mundo que cuentan con esta medida, como los de Suecia, Finlandia, Reino Unido, Escocia y Navarra.

Para garantizar que la igualdad de mujeres y hombres sea realmente efectiva en la institución, el Plan de Igualdad deberá incluir acciones relacionadas con diversos ámbitos de actuación. En cuanto al acceso, deberá garantizarse de una vez por todas una paridad real, que tienda al 50% de mujeres y hombres. Pero no es suficiente, hay que asegurar que esta equidad se produzca en la capacidad de influencia, en la toma de decisiones y en las condiciones de trabajo.

También es necesario que la perspectiva de género sea transversal a todas las funciones y actuaciones de la cámara, y que el Parlament cuente con una política de tolerancia cero frente al acoso sexual o cualquier otra expresión de violencia machista que afecte a nuestras trabajadoras y diputadas. Nos indigna la violencia que todavía sufren nuestras diputadas, con cosificación e insultos sexistas en la prensa y en las redes sociales. Y asumimos plenamente el grito del movimiento feminista en la lucha para la erradicación de la violencia contra las mujeres: si se toca a una de nuestras diputadas, se toca a toda la institución.

Tarea iniciada en la anterior legislatura

Con este plan de trabajo, el Parlament de Catalunya retoma la tarea iniciada en la anterior legislatura por la presidenta Carme Forcadell. Fue ella quien reajustó los horarios de los plenos para favorecer el equilibrio de la vida personal, familiar y laboral de las diputadas y diputados y del personal de la cámara. Y fue también la presidenta Forcadell quien inició el ciclo 'La igualdad efectiva de mujeres y hombres, un reto de país', para así promover el debate entre miembros de la sociedad civil, expertas y representantes de las diferentes administraciones catalanas.

Es un honor para mí, como su sucesor en la presidencia de la institución, dar continuidad y profundizar en las actuaciones que nos deben permitir alcanzar la equidad de género en el Parlamento. No podemos perder ni un minuto más. La garantía de los derechos de las mujeres es un requisito indispensable de la justicia social. Y desde el Parlament, queremos que la igualdad efectiva de mujeres y hombres sea un indicador clave de la calidad democrática de nuestro país.