¿Qué jugador será Arthur?

En Brasil jugaba más bien en la posición de Busquets, el Barça lo ha fichado para ocupar el vacío dejado por Iniesta y Messi ha dicho que le recuerda a Xavi. Arthur gustó en pretemporada, pero sus minutos en el inicio de curso, justo antes de que le llamara la canarinha, han sido limitados. Es una especie de incógnita fascinante por resolver: le ha bastado poco tiempo para convencer a toto el mundo de que es un centrocampista diferente, pero aún no está claro qué tipo de jugador será en el Barcelona. Y quizá ambas realidades estén relacionadas: es tan bueno porque es indescifrable.

En Gremio, donde dictó los tiempos de la final de la Copa Libertadores que ganó su equipo hasta que una lesión le hizo salir del campo y todos sus compañeros parecieron peores, formaba en el doble pivote de un 4-2-3-1. Si decimos que allí “hacía de Busquets” es porque, de los dos mediocentros, era el que bajaba a recibir entre centrales y el que mantenía más la posición (su compañero Jaílson era un volante de ida y vuelta). Pero en realidad, a Busquets es al que menos se parece del trío de centrocampistas mágicos del Barcelona glorioso de Guardiola: comparte con él la inteligencia táctica y la velocidad mental, pero es peor defensor, más vulnerable físicamente y su vocación es más de actor principal que de corrector silencioso.

¿Pero es más Xavi o es más Iniesta? Messi dijo en su reciente entrevista concedida a Catalunya Ràdio que, por cómo protege la posesión del balón y por su fiabilidad para devolver la pelota, le recuerda al de Terrassa. Si consideramos que Xavi tenía un papel más cercano a Busquets e Iniesta un papel más cercano a Messi dentro de una cadena de pases, la declaración del rosarino tiene mucho sentido: Arthur es el ideal receptor del primer pase del de Badia y está más acostumbrado a jugar cerca del mediocentro que disfrazado de mediapunta.

Más cerca de Iniesta

Pero hay algo que, para mí, lo acerca más a Iniesta. Es su capacidad para eliminar rivales en conducción. Arthur puede ser desequilibrante no solo a partir del pase: también a partir del regate. Y en eso el manchego era único en el centro del campo del Barcelona y prácticamente en el fútbol europeo (quizá solo Modric y él han marcado diferencias en la élite a partir del dominio absoluto del fútbol asociativo y el cambio de ritmo en conducción de manera continuada en los últimos 15 años).

A Arthur no le hemos visto aún en Barcelona esos esláloms danzantes con la pelota controlada, y de ahí que en sus primeros meses haya parecido más un especialista del control del juego que un interior con desborde. Es lógico: para atreverse a hacerlo tiene que estar afianzado y consolidado, sentirse el líder de un centro del campo como lo era en Porto Alegre. No olvidemos que Modric en Madrid parecía intrascendente en sus primeros meses y tardó un tiempo en jugar al mismo nivel que en el Tottenham. Pero tenía las condiciones para brillar, como las tiene Arthur para convertirse en el fichaje más acertado del Barcelona en los últimos tiempos.