José Ramírez Abeleira: "Mi única seguridad es que he nacido para cantar"

Tiene 45 años y mantiene una voz excepcional. De dulces y personalísimos agudos. Posee un talento escénico y musical fuera de lo común. Es también compositor, productor y DJ. Y se gana la vida trabajando como vigilante de seguridad. José Ramírez Abeleira nació y sigue viviendo frente al hoy remodelado Mercat de Sant Antoni. Sabe lo que es ser número uno en otros países, cantar como concursante en el plató de 'La Voz' y escalar alguna que otra cumbre viral.

Lo de cantar le viene de familia.

Sí, aunque el fuerte de mi madre siempre ha sido bailar. Tiene 87 años y sigue moviéndose de maravilla. Ella y mi tía eran vicetiples. Les llamaban Las Abeleira y actuaron con todas las principales figuras del Paral·lel. Y fue cantando en una pequeña sala donde la conoció mi padre.

Nació entonces gracias a la música.

Lo del amor y el arte parece que en mi familia siempre han ido de la mano. Mi abuela era cantante de opereta y mi abuelo representante. Venía de vivir en Nueva York, donde había ido a parar de polizón en un barco porque mi bisabuelo quería obligarle a ser militar como él.

Y ahora es usted trabaja con uniforme, porra y esposas.

-Sí (Risas). Mi bisabuelo servía en Guantánamo y vino de allí casado con una guajira. Pero mi trabajo de vigilante es más circunstancial. A menudo he tenido que compaginar la carrera artística con otros empleos; de joven estuve hasta en las cocinas del Kentucky Friend Chicken… Le sorprendería saber la de artistas talentosos que hay en el mundo de la seguridad. Actores, humoristas, cantantes…. Esperando un momento que no siempre llega.

Usted rozó el cielo varias veces, anticipándose incluso al EDM.

-Eso fue a principios de la década anterior y con pseudónimo obligado: Terry Williams. La canción ‘Sorry Baby’ estuvo durante un mes entero número uno en Grecia y de allí saltó a Holanda donde fue número dos. En España llegó a estar también en el primer puesto de la lista de Máxima FM. Durante una semana incluso por delante de mi ídolo, Michael Jackson.

A finales de los 90 usted en televisión era algo así como “George Michael Jackson”.

Hice de los dos, sí, y también de Tino Casal. De George Michael en ‘Lluvia de estrellas’ y me ofrecieron participar en varios tributos; pero estando entonces él vivo ni me lo planteé. Igualmente, lo mío tampoco nunca ha sido imitar.

Y formó un grupo techno-pop de estética ‘bear’.

Sí. Nos llamábamos Barb@zul  y con la canción ‘I don’t care’ sobrepasamos los dos millones y medio de visualizaciones en Youtube cuando las cifras no eran aún tan apabullantes como ahora.

¿Le toca hacer de segurata en muchos conciertos?

Bastantes. Cuando ves alguno que hace playback o directamente ni sabe cantar, se te cae el alma al suelo. Aunque cuando es un buen artista también lo disfrutas.

Hubo un tiempo en que lo de compaginar empleos lo hacía sin salir de un mismo edificio.

Pasé tres años en la puerta de Radio Nacional y cada jueves por  la noche subía a cantar en directo una canción. Me transformaba como Superman (risas). Los artistas que venían invitados no entendían nada, al encontrarse al vigilante que les había abierto cantando luego en el estudio.

¿Ha pensado alguna vez en tirar la toalla?

Alguna vez incluso lo he hecho, pero entonces ha pasado algo que me ha vuelto a hacer cantar. Sobre todo hace cinco años. Yo estaba muy desanimado y un amigo mío me apuntó sin yo saberlo al casting de La Voz. Me llamaron ellos y yo les colgué dos veces pensándome que eran de Vodafone…

¿Habrá entonces más canciones de José Ramírez?

Por supuesto. Estoy con un proyecto de inusuales boleros con producción de General Básica y otro más urbano con Jordi Buch. Cuando llevas la música dentro no puedes vivir sin ella. En esta vida es lo único que tengo claro. Mi única seguridad es que he nacido para cantar.