El camino de la negociación colectiva

Tan importante es el contenido como la forma. Y en el caso de la firma del quinto Acord Interprofessional de Catalunya (AIC) entre patronales y sindicatos, tan destacables son los puntos aprobados -que marcarán el nuevo marco de la negociación colectiva - como la puesta en escena de la rúbrica, en el salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat, y ante la presencia del 'president', Quim Torra, y otros miembros del Govern.

Si bien es cierto que el AIC recoge recomendaciones, y que como tales no son de obligado cumplimiento, el hecho de que los principales agentes sociales de Catalunya hayan alcanzado un compromiso en aspectos tan urgentes como frenar la precariedad laboral no debería tomarse como un mero brindis al sol. Menos aún cuando el acuerdo llega apenas dos meses después del pacto a nivel estatal que contempla hasta el 2020 una subida salarial del 2% más una variable del 1%, y además en un contexto en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado su disposición a modificar algunos aspectos de la reforma laboral del PP.

Uno de los aspectos más relevantes del AIC es el referente a la subcontratación, al afirmar que los trabajadores de las empresas multiservicios deberían tener las mismas condiciones laborales que las que establece el convenio del sector. Esta disparidad es una de las nefastas consecuencias de la reforma del 2012, que abrió la puerta a un drástico descenso de los salarios de trabajadores subcontratados. La lucha de las limpiadoras de hotel ('kellys') es una de las más mediáticas, pero la precarización por esta vía se extiende a muchos otros ámbitos profesionales. Por eso, que patronal y sindicatos recomienden que las personas subcontratadas de empresas multiservicios estén protegidas por el convenio sectorial que les corresponda es un paso adelante, que podría inspirar una reforma del Estatuto de los Trabajadores en este sentido.

El acuerdo también enumera 10 puntos que podrían aplicar las empresas en favor de una mayor igualdad de género, recogiendo las reivindicaciones sociales que se hicieron especialmente visibles el pasado Primero de Mayo.

El AIC marca, en definitiva, las líneas para la negociación colectiva que podría mejorar las condiciones de los trabajadores en Catalunya. El apoyo de la Administración y un cambio legislativo allanaría sustancialmente este camino.