Opinión | LIBERTAD CONDICIONAL

Lucía Etxebarria
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El clavo que sobresale recibe un martillazo

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Hace una semana escribí un cuento sobre dos países imaginarios: Vulgaria del Norte y Vulgaria del Sur. Un periodista asturiano decidió que el cuento se refería a Asturias y León, y que yo estaba atacando a Asturias. De nada sirvió que numerosos asturianos dijeran que ellos no lo habían entendido así (entre ellos Nacho Vegas, cantante y poeta, uno de los asturianos más conocidos fuera de la tierrina, y uno de los más respetados fuera de ella). Nadie pudo evitarme un linchamiento público en redes de tal magnitud como para que la cosa acabara en comisaría, después de que yo recibiera varias amenazas de muerte, algunas en las que hablaban de mi hija. El miedo fue tal como para que yo cerrara temporalmente dos cuentas. Nunca sabes si entre dos mil pirados que te insultan y amenazan  no habrá alguno que decida desvirtualizarte y llevar su amenaza al mundo real.

En la misma semana, a un famoso 'influencer' y DJ de 31 años le pasaba algo parecido. En este caso, se le acusaba de haber mantenido relaciones con menores de edad. No existe denuncia ni investigación judicial sobre el caso. Solo los «testimonios» de cuentas de internet. Pero el chico, igual que yo, se ha visto obligado a cerrar cuentas.

Antes y después de Whatsapp

Por otro lado,  desde el ANPE, el Sindicato de Profesores, me cuentan que las agresiones físicas y amenazas a docentes han pasado del 3 al 12 % en un año. Y ¿por qué sucede eso?

Pues la coordinadora del defensor del Profesor señala que existe «un antes y un después» del uso de Whatsapp por parte de los padres. Y que el sistema de acoso y derribo al profesor funciona exactamente igual que el que se ha utilizado conmigo o con El Famoso Influencer y DJ.

El mecanismo

1. Se parte de una verdad. Yo sí escribí un cuento. El Famoso Influencer y DJ dijo que le gustaba un youtuber de 16 años. Mi amiga Sara, profesora, es una mujer muy exigente en sus clases.

2. Se distorsiona esa verdad. Se dice que el cuento que escribí se refería a Asturias (eso es falso). Que El Famoso Influencer y DJ flirteaba con menores sin permiso de estos o coaccionándoles (eso nunca se ha probado). Que Sara tiene un ratio de suspensos superior a la media ( falso).

3. La persona o medio que inicia el bulo tiene mucha fuerza en su entorno:  dos periódicos, en mi caso, que difunden una falsa noticia con el titular «Lucía Etxebarria llama Vulgaria a Asturias». Otro influencer, en el caso de El Famoso Influencer y DJ. Una madre de mucho carácter y carisma, en el caso de Sara.

4. La noticia empieza a correr y correr. Se viraliza en mi caso y en el del Famoso Influencer y DJ. Se vuelve la comidilla del colegio en el de Sara.

Yo tengo una hija de 14 años. Cuando tenga 16 es más que probable que no me gustara que tuviera relaciones con un chico de 31, pero me parece que, si algún menor considera que El Famoso Influencer y DJ les acosa, debería haber presentado esas acusaciones en comisaría. Mientras y dado lo que yo he vivido, el más elemental sentido común y la prudencia me llevan a pensar que no se puede juzgar a alguien en base a cotilleos.

La defensora del Profesor en Aragón, Teresa Hernández, cuenta que  en los últimos cursos ha hecho acopio de casos en los que el WhatsApp ha sido el conductor de rumores sin fundamento sobre los centros, agrias polémicas con los profesores y numerosos casos de acoso. Este es el equivalente moderno a los antiguos padres que se juntaban en las vallas del colegio y hablaban. También ahí se hacían críticas y corrían rumores y comentarios que se iban deformando al estilo del 'teléfono estropeado', en el que se parte de un hecho real que se va distorsionando. No se diferencia nada a lo que hemos vivido toda la vida.

Más rápido e inmediato

Yo recuerdo que en la urbanización en la que crecí había una madre divorciada, algo muy raro en la época (el divorcio no llegó a España hasta el año 81, y hablamos del 85). Alguien se inventó la historia de que había ido a un hotel y se había encontrado con ella trabajando como prostituta. La historia partía de una base real –la señora trabajaba como camarera en aquel hotel– y corrió durante años. Se trataba de una mujer sola, guapa, libre. Las mujeres la envidiaban y los hombres la temían.

El problema no está tanto en el canal como en la intención del mensaje. Ahora esa comunicación es mucho más rápida e inmediata, ese es el problema. Y no olvidemos que, como dice el proverbio chino, el clavo que sobresale recibe un martillazo.