ANÁLISIS

Apegados a lo de siempre

Pasan los años, se renuevan las plantillas, pero el Barça aún necesita imperiosamente a Messi

Messi, durante el encuentro ante el Alavés.

Messi, durante el encuentro ante el Alavés. / .44697799

Albert Guasch

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Ter Stegen se permitió una traviesa frivolidad al principio de la segunda parte. Un sombrerito que superó el acoso sin convencimiento de un punta del Alavés. Hasta entonces, el tiempo simplemente pasaba y el portero alemán debía aburrirse, así que se recreó en una acción para gustar. No fue el único en necesitar algo de excitación.

La primera parte discurrió apelmazada, desnaturalizado el Barça por una puesta en escena extraña, condicionado por una alineación y disposición sobre el campo discutibles. Se dio cuenta Valverde enseguida de que la zona ancha era rugosa y poco fina al mandar a calentar a Coutinho ya antes del descanso. Y cuando entró, moviendo todas las piezas a su sitio natural, el Barça se reconoció a sí mismo y resolvió. Qué menos para un estreno ante el Alavés.

Resolvió por la vía Messi, evidentemente, beneficiado por las autocorrecciones de su entrenador. Resolvió en realidad por la vía de siempre. Cuatro incorporaciones, jugaron dos, pero el Barça aún se agarra al primer capitán. Transcurren los años y las eras, y los barcelonistas necesitan aún apegarse a la inspiración del futbolista argentino. Un apego feroz, se diría parafraseando a las celebradas memorias de Vivian Gornick.

Banquillo bien surtido

Marcó el gol 5.000 de la historia del Barça hace nueve años y ahora ha marcado el 6.000. Otra palmaria demostración de una longevidad y dependencia insólitas. Rompió un encuentro de rostros bronceados, de gradas semivacías, de fútbol que se mira de vacaciones, desde la distancia, distraídos los aficionados y se diría que inicialmente hasta el entrenador.

Quizá es que tiene demasiadas opciones a su alcance. No vaya a ser el peligro de esta temporada. Tantos recursos, tantos futbolistas brillantes en el banquillo a los que ir dando salida, invita quizá a alterar el orden con innecesaria frecuencia. Deberá aprender el técnico a funcionar en esta abundancia.