Las pintadas de los CDR contra ERC

Al grito de “Desobediencia o dimisión” un grupo de personas efectuaron pintadas en nombre de los CDR (Comités de Defensa de la República) en la sede de ERC. En la sede, en una concentración posterior y en Twitter los CDR acusaron a los republicanos de querer regresar al “autonomismo” y de desoír lo que consideran “el mandato” del 1-O y del 21-D. Los CDR también criticaron al PDECat y expresaron su apoyo a Carles Puigdemont y su sintonía con la CUP.

Resulta pasmoso que los CDR consideren a ERC tibia en términos de la independencia de Catalunya. Como bien recordaba Joan Tardà, los republicanos tienen a su líder en prisión, entre otros afectados por el proceso judicial abierto contra los políticos implicados en el 1-O. Pero es que, además, durante años ERC ha sido el único partido abiertamente independentista del arco parlamentario.

Las acusaciones son un ejemplo de la grave fractura interna que se da en el independentismo, desde las esferas más altas hasta la calle. Es una fractura que divide a los independentistas entre “traidores” y “puristas”, entre aquellos que entienden que el proceso unilateral acabó en fracaso y buscan la forma de reconducir la estrategia y quienes están instalados en el irredentismo y en la política de la tensión permanente. Si en su república no cabe ni ERC, son cualquier cosa menos representativos de la realidad del país.