El tablero político español

'Franquito' y 'Falangito'

Pablo Casado es una mezcla, a nivel de pensamiento, de Trump y, con estética de Macron. Recuperará votos pero espantará a moderados

Pablo Casado, durante su discurso como candidato a la presidencia del PP.

Pablo Casado, durante su discurso como candidato a la presidencia del PP. / periodico

Jesús López-Medel

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Nunca hemos tenido una derecha o unas derechas representadas por líderes tan jóvenes y, al tiempo con ideas tan antiguas. Hernández Mancha fue efímero y no dejó ni mancha. Se lo comió el “patrón”, tal y como llamaban a Fraga. Ahora sí, tenemos a dos personajes con la sonrisa permanente de azafatos pero en la que se dejan ver unos colmillos muy afilados.

Tras las 'derechas' de la Segunda República, todas se integraron en el magma del 'Movimiento inamovible', bajo una sola cabeza. Sus compañeros militares le llamaban “Franquito”. Era el líder indiscutible de toda derecha.

Ahora ha llegado uno nuevo, que se define nítidamente de derechas y que hace un llamamiento a todos los asqueados, fugados y más extremados. Clarifica al PP como ultra conservador y, sin complejos, esto es, extremado. Dice lo que se le ocurre. Línea pura Jiménez Losantos/ Esperanza Aguirre. Es una mezcla, a nivel de pensamiento, de Trump y, con estética de Macron. Recuperará votos pero espantará a moderados. Su sonrisa es parecida a la de Cifuentes: da miedo. Lo primero será enfrentarse a un suplicatorio para enjuiciarle por hacer trampas en los estudios.

Frente a él, tendremos otro de los personajes 'netflix' que tanto se prodigan de diseño (dejo a un lado ahora a Pedro Sanchez). Se parecen en la juventud, la enorme ambición y la ausencia de escrúpulos. Me refiero a 'Falangito' que fue gran apoyo de Rajoy en la moción desde el flanco derecha. Con razón, alguien le llamó desde la tribuna como “joseantoniano”.

Aquel que dijo que venía a cambiar la política defendió en la moción sin ambages a Rajoy. Sabía que su permanencia le daba votos. Es fácilmente excitable y no tiene reparo en decir una cosa y la contraria. De vez en cuando, deja colar la palabra “centro” pero ya solo ve “españoles” tanto despierto como en sueños. Y ser español, como él, es ser de orden, patriotas de bandera y banderilla, y en cuyo vocabulario no existe la palabra constitucional de “igualdad”.

Vino de AP, “Afananza Pandillar” (inolvidable Forges), cuando el recién líder en su especie de nuevos dinosaurios de 'Jurassic World' (próximo estreno) está dispuesto a demostrar que él, Franquito, es el Tyranosaurus Rex.