Ciencia

Siete científicos biomédicos

Marie Curie murió en 1934 por una leucemia asociada a la exposición sin protección a la radiación

nualart-21-7-2018

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Manel Esteller

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El número 7 es uno de mis favoritos. Desde 'Siete novias para siete hermanos' a los 'Siete samurais', de Akira Kurosawa, o su versión estadounidense del Far West, 'Los siete magníficos'. Otros prefieren clasificaciones o 'hit-parade' de 10 niveles o podios de tres peldaños. Quisiera hablar brevemente de siete científicos biomédicos que me gustan y me interesan por motivos muy diversos. Lo haré de forma más o menos cronológica.

Louis Pasteur (1822-1895) fue un microbiólogo francés, bueno, mejor dicho, fue quizá el primer microbiólogo del mundo. Desarrolló la idea de que los gérmenes eran causantes de enfermedades. También descartó la teoría de que había una generación espontánea que produjera los microorganismos y también demostró que estos últimos eran responsables de la fermentación, desarrollando también técnicas para evitar contaminaciones (después llamada pasteurización). También fue pionero en el desarrollo de las vacunas y realizó la primera inoculación contra la rabia, evitando su aparición en un niño pequeño que había sido mordido por un perro infectado. Es un héroe en Francia, casi al mismo nivel que Mbappe y Griezmann.

Elementos radiactivos

Otra francesa de adopción, polaca de nacimiento fue Marie Skłodowska Curie (1867-1934), doble ganadora de Premio Nobel de Física (1903) y Química (1911), quiero incluirla en esta lista de biomedicina para que sus descubrimientos han tenido un gran impacto en esta disciplina. Identificó y aisló elementos radioactivos como el polonio y el radio, que se han usado después en técnicas de diagnóstico por la imagen y de forma terapéutica. Con dedicación máxima a la ciencia, acabó dando su vida por ella, muriendo por una leucemia asociada a la exposición sin protección a la radiación. Hoy, casi cien años después, su cuaderno de laboratorio aún es radiactivo.

Evidentemente no me puedo olvidar del escocés Alexander Fleming (1881-1954), aunque solo sea para recordar cómo hojeaba su biografía cuando era un niño. Fue el descubridor de la penicilina, el primer antibiótico de amplio espectro contra las infecciones bacterianas que fue usado de forma masiva. Algunos historiadores sugieren, de hecho, que fue el desarrollo de este antibiótico lo que hizo ganar la Segunda Guerra Mundial. En este sentido tenemos que estar también muy agradecidos a los químicos británicos Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey que son quienes lograron producir la penicilina de forma "industrial" para que llegara a toda la población.

Si avanzamos en el tiempo, tenemos también un recuerdo para el profesor Severo Ochoa (1905-1993), Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1959 y ejemplo para varias generaciones de científicos, quisiera mencionar cuatro científicos todavía por suerte vivos que han hecho contribuciones importantes. Uno se llama Kary Mullis (1944),  que inventó la reacción en cadena de la polimerasa, dicho de forma corta PCR. Esta técnica ha revolucionado la biología al permitir amplificar el material genético y poder trabajar con cantidades minúsculas del mismo, permiten ahorrar mucho tiempo de trabajo y abordar objetivos que parecían inalcanzables.

Nuevas técnicas de análisis genómico

Otro es Brian Druker (1955), un médico que fue capaz de ir desde una aberración cromosómica en una leucemia a desarrollar un fármaco eficaz en el 90% de los casos de la misma. Fue el pionero de la llamada medicina personalizada del cáncer. También me gusta  Craig Venter (1946), un personaje único, que además de desarrollar nuevas técnicas de análisis genómico lideró el proyecto privado de la obtención del genoma humano: su empuje hizo que la investigación pública en el mismo se pusiera las pilas y al final ambos obtuvieran su secuencia y esta fuera accesible a todos los investigadores.

Y me gustaría terminar con el reconocimiento hacia el doctor Mariano Barbacid (1949), pues no solo descubrió la primera mutación en un oncogen en un tumor humano o identificó el primer receptor de crecimiento de las neuronas, sino porque también fue un ejemplo para muchos jóvenes, como yo mismo hace tantos años, que soñábamos con contribuir a curar enfermedades incurables.

Esta lista es muy personal. He dejado al margen figuras del Olimpo como Darwin o Mendel, y también los descubridores de la doble cadena del ADN como Watson, Crick, Wilkins o Franklin, o figuras de la medicina como Jenner (vacunas) o Lister ( desinfección). Porque en nuestras preferencias no manda el cerebro sino el corazón, que en realidad es el cerebro. Que tengan un buen verano.