Pequeño observatorio

El poder de la rutina

Rutina parece un diminutivo de ruta; acertar el camino es muy importante en nuestro viaje por la vida

nit3

nit3 / Laurent Geslin

Josep Maria Espinàs

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Valentina Raffio ha dado la noticia en EL PERIÓDICO: "Varias especies de animales mamíferos se convierten en noctámbulos para poder sobrevivir". Lo asegura un estudio, publicado hace poco por la revista 'Science'. Lo curioso, pues, merece ser tenido en cuenta. Desde nuestra admiración por la propia naturaleza debemos reconocer que más allá del ámbito humano hay acciones y reacciones que se nos escapan.

Pero ahora sabemos que hay animales que deciden salir de noche, por unos motivos que no son los nuestros. Durante muchos años yo he sido noctámbulo y por motivos diversos. No era un hecho obligado, y menos para poder sobrevivir. Yo buscaba un café discretamente, tranquilo, para poder escribir.

Otras veces salía de casa - de mi "cáscara" - para alargar la vida de la noche en un café donde tenía amigos para hablar de cualquier cosa, de un hecho de actualidad social, del éxito de un libro, del éxito de un cantante o de una película. ¿Se podría calificar aquel encuentro en el café como una rutina? Yo no me opondría. Pero deberíamos ser conocedores del significado de 'rutina': "costumbre de hacer a menudo algo de cierta forma". ¡Cuánto tiempo ahorramos si aprendemos a hacer algo de una determinada y repetida manera!

Improviso una barbaridad lingüística: parece que 'rutina' sea un diminutivo de "ruta" ... pero pienso que  acertar la ruta o el camino es muy importante en nuestro viaje por la vida. Ya sé que el sabio Séneca es muy respetable, pero escribió esto: "Sobre todo hay que huir, como si fuéramos borregos , del ganado que va delante".

Hoy tienen que huir mamíferos que vivían felices en la luz y ahora los humanos los empujan a protegerse e ir a encontrar comida y vivir con la protección de la nocturnidad. Y ahora pienso que perseguía, que encontraba, en las noches de mis cafés. Qué alimento vital. Quizá el silencio necesario para que se pusiera en marcha algún mecanismo mental.

El cerebro es el poder más personal e intransferible.