Dos miradas

La realidad y ERC

ERC no ha renunciado a nada. Solo ha expuesto una realidad incontestable: el independentismo no es la opción de la mitad de los catalanes

Momento de la votación en la clausura de la conferencia nacional de ERC.

Momento de la votación en la clausura de la conferencia nacional de ERC. / periodico

Emma Riverola

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De nuevo, ERC lidera las encuestas. La operación JuntsxCat le arrebató la victoria en el frente independentista en las pasadas elecciones. La plataforma personalista solo giraba en torno a una idea: la restauración de la presidencia para su líder. Una idea suficientemente potente para que el PDECat sobreviviera al desastre que se avecinaba, pero que tenía un cumplimiento imposible. Carles Puigdemont sería detenido tan pronto como pusiera los pies en Catalunya. Las opciones de investidura a distancia barajadas eran puro teatro. Y lo sabían. Mientras mareaban la perdiz, Oriol Junqueras seguía en la cárcel. Aún sigue. Coherencia frente a gesticulación baldía.

Ahora que ERC se ha aupado en las encuestas, también se han multiplicado en las redes las acusaciones de traición. Ciertos sectores del independentismo, quizá podríamos decir del 'procés', no quieren que la verdad les arruine un sueño... O un modo de vida. ERC no ha renunciado a nada. Solo ha expuesto una realidad incontestable: el independentismo no es la opción de la mitad de los catalanes. Aceptarlo es el primer paso para diseñar una estrategia seria, no teatral. Como mínimo, hay dos caminos que no tienen por qué ser excluyentes: tratar de que más gente comparta sus ideas y, mientras, trabajar para el progreso de Catalunya. Social y económico. Progreso para aquí y ahora, no en un futurible intangible. No es autonomismo, es realismo.