A pie de calle

Entrenamiento cerebral

Leer un buen libro y comentarlo con los amigos es uno de los ejercicios más extraordinarios que existen para la mente

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zentauroepp43473590 barcelona 28 04 2018 dos mujeres leyendo en la playa una un180707183645 / XAVIER GONZÁLEZ

Héctor Ruiz Martín

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En los últimos años han aparecido en el mercado numerosos productos que aseguran proporcionar un "entrenamiento cerebral"(en inglés, 'brain training') que promete a sus usuarios una amalgama de mejoras en sus funciones cognitivasfunciones cognitivas. Las funciones cognitivas son aquellas tareas que realiza nuestro cerebro relacionadas con la percepción, el razonamiento y la memoria.

Empecemos por lo más esencial: muchos de estos productos han sido sometidos a escrutinio científico y ninguno ha proporcionado evidencias de sus supuestos beneficios. Eso sí, algunos de estos estudios han revelado que los usuarios muchas veces creían haber mejorado sus capacidades mentales, a pesar de que los test realizados por los científicos no lo corroboraran. Este fenómeno en que la experiencia personal no coincide con el análisis sistemático de la misma es muy habitual, y se enmarca en lo que denominamos "sesgo cognitivo". En breve, se trata de una tendencia de nuestra mente a percibir, interpretar y recordar las experiencias en base a nuestros conocimientos, ideas, valores y expectativas.

La realidad científica

¿Pero tienen alguna base científica las promesas de los productos de entrenamiento cerebral? Lo cierto es que no mucha. Nuestro cerebro no es como un músculo que mejore ejercitándolo. En realidad, más bien sería como un conglomerado de incontables músculos que actúan de forma coordinada, combinándose de múltiples maneras en función de la tarea que llevemos a cabo. Por lo tanto, practicar mucho haciendo algo no hace que mejoren en general nuestras funciones cognitivas, solo algunas y muy concretas. En efecto, los programas de "entrenamiento cerebral", como cualquier actividad mental que practiquemos, producen cambios en nuestro cerebro, y como resultado mejoran algunas de nuestras habilidades: las de resolver las actividades del programa de entrenamiento cerebral que estemos usando. Uno podría pensar que estas habilidades deben transferirse a otras situaciones fuera de estos programas. Sin embargo las vías nerviosas que ejercitamos no solo dependen de la tarea en sí que realicemos sino también del contexto en qué la realicemos.

Parece obvio que alguien capaz de recordar una serie de más de 70 números aleatorios debe tener muy desarrollado su "músculo de la memoria", ¿verdad? Bien, en 1980, el psicólogo sueco Anders Ericsson y sus colegas entrenaron a un grupo de personas que alcanzó tal habilidad con éxito. Sin embargo, si en vez de números se les recitaban listas de letras (aunque solo se usaran 10 letras distintas), solo recordaban entre 7 u 8, como la mayoría de personas. Así es, incluso cuando el contexto viene determinado por el propio objeto de aprendizaje, la especialización en las tareas cognitivas es extraordinaria.

Con todo, si se desea "entrenar el cerebro" cognitivamente, mi recomendación es usar uno de los entrenamientos cerebrales más extraordinarios que existen: leer un buen libro y comentarlo con los amigos.