ANÁLISIS

La selección, de Madrid al fracaso

Sergio Ramos celebra el autogol de Rusia.

Sergio Ramos celebra el autogol de Rusia. / periodico

Antonio Bigatà

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Fue bonito mientras duró la influencia hegemónica del Barça y de su estilo de fútbol en la selección. Pero era muy indigesto para Madrid y su prensa, que creía que el nacional-futbolismo español  debía encarnarlo sí o sí el Real. Lo otro, pese a los buenos resultados, era un paréntesis que pronto se cerraría. O lo cerrarían, que es lo que han hecho. Dejar en el banquillo a Iniesta contra Rusia cuando se requería inteligencia penetradora fue un solemne punto final.

Desde que desaparecieron Luis Aragonés y Xavi empezó a aplicarse la pena de muerte a ese estilo que en Madrid nunca consideraron suyo. Querían cambiar el juego de precisión a partir de grandes centrocampistas y regresar al contraataque a ráfagas hacia un goleador que a falta de Cristiano tal vez podría ser Diego Costa. Un falso nueve o delanteros centro tipo Iago Aspas o Rodrigo combinando con el centro del campo piensan que son cosas que tendrían que quedar limitadas al fútbol femenino, por decirlo de forma suave.

¿La madridización? Las Champions las han ganado los extranjeros del Madrid (Keylor, Cristiano, Módric, Marcelo, Kroos, Bale y Casemiro). Los españoles eran sus monaguillos. Se vio en la Liga (cuando los extranjeros se reservaban, disimulando, para el Mundial).

La realidad de Isco

Zidane tenía razón cuando apostaba por la BBC. Lucas Vázquez y Asensio aún son solo piezas de refresco y en Rusia no han tocado pelota. Carvajal, fuera de forma, no ha hecho una sola internada centrando bien. Isco dibla pero Maradona ha salido de su neblina mental para decir la gran verdad sobre él: traslada mucho pero define poco. Al final la madridización de la selección, con Lopetegui y el inexperto Hierro en la banda, ha sido un fracaso.

Eso va a seguir. Ramos incluso pide la continuidad de Hierro. Lo cambiarán, pero estén atentos a los nombres de Michel y Guti. La prensa florentinesca no reclama cambios de verdad, como traer a Roberto Martínez de Bélgica. Dejan la selección Iniesta y Piqué, pero Sergio Ramos mira hacia otro lado.