Opinión | EL ARTÍCULO Y LA ARTÍCULA

Juan Carlos Ortega

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El médium 'podcast'

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No es la primera vez que le hablo aquí del mejor invento sonoro de este siglo: el 'podcast'. Hay varias plataformas en internet que lo recogen todo: conferencias, entrevistas, debates, reflexiones y cualquier cosa que le pueda pasar por la cabeza.

Uno de sus principales ventajas es que consigue eliminar el inconveniente temporal. Es como si no estuviéramos sujetos a las leyes del espacio y del tiempo. Quiero decir que uno puede escuchar programas de radio ya desaparecidos. El 'podcast' es como una güija, pero que en este caso funciona de maravilla y no es una soberana estafa paranormal. Es tremendamente útil si quiere volver a oír aquello que le había entusiasmado, pero en ocasiones se produce el milagro y uno se sitúa ante el más gigantesco de los misterios. Voy a intentar explicarme.

Durante ocho años se emitió en Onda Cero un programa espectacular que tal vez muchos de ustedes sintonizaron. Se llamaba 'La Parroquia' y lo locutaban con inmenso talento Arturo González Campos, Sergio Fernández (El Monaguillo) y Gemma Ruiz. La primera hora del espacio la dedicaban a charlar con unos oyentes tan extraños como tiernos. Algunas personas mal pensadas creían que los locutores se burlaban de ellos, pero nada más alejado de la realidad, porque lo cierto es que se establecía con ellos una complicidad que pocas veces se ha dado en la radio española. Tras eso, dedicaban la última parte del programa a hablar de cine, de literatura, de cómics, de música, y lo hacían con tantísima pasión y conocimiento que era imposible no quedar rendido.

Pues bien, yo no escuché nada de ese programa durante sus ocho años de emisión. Nada. Ni una hora. Ni un segundo. No sé qué diablos estaría haciendo a esas horas de la madrugada, pero lo cierto es que me lo perdí.

Ahora, gracias al 'podcast', he podido recuperar todos esos audios; centenares de horas en las que mi admiración ha ido creciendo minuto a minuto.

¿Saben qué les digo? Uno empieza a estar harto de columnas en las que el ilustrado escritor mira las cosas con desdén, con ese cinismo que de modo incomprensible tiene tanto prestigio. Yo prefiero hablar bien de aquello que me ha entusiasmado, porque creo, honestamente, que es la mejor forma de mejorar un poco este mundo rematadamente loco y enfurruñado.

Así que les recomiendo que entren en IVOOX o en la plataforma que deseen y tecleen con cariño «La Parroquia». Conectarán con un programa desaparecido, pero que no está muerto en absoluto. Sigue vivo de algún modo, habitando ese más allá ideal del que nos hablan los parapsicólogos. Porque si la radio es un medio, el 'podcast' es un médium. Y ustedes pueden ahora mismo conectar con ese más allá, con esa dimensión perdida y plácida, y escuchar las voces pasadas de estos tres talentosos trabajadores de la radio.