Dos miradas

Otro 1-O

'President' Torra, con las heridas aún abiertas, ¿de verdad Catalunya necesita "crear" otro 1 de Octubre?

El 'president,' Quim Torra, este martes, en la reunión del Consell Executiu.

El 'president,' Quim Torra, este martes, en la reunión del Consell Executiu.

Emma Riverola

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

¿Qué ocurrió en Catalunya el 1-O? Las cargas brutales de la policía, por supuesto, pero mucho más. Por primera vez, el 'procés' fue visto con buenos ojos en Europa y el mundo. La violencia policial sobre ciudadanos que quieren votar es una imagen imbatible. Lo sabía el Govern de Puigdemont. Debería haberlo sabido el Gobierno de Rajoy.

Ese día, las emociones se desataron. Miles de ciudadanos se movilizaron. Escondieron las urnas, pasaron la noche en los colegios y, a través de las redes, informaron de los puntos de votación. Personas de todas las edades acudieron a votar. Muchos, al borde del llanto. La exaltación por la victoria del ingenio duró poco. Empezaron las cargas. Y el horror de las imágenes. Solo la alcaldesa socialista Núria Marín se enfrentó a la policía. Ningún líder independentista protagonizó una imagen semejante. El dolor, la rabia y la desazón se extendió entre la población. ¿Eso era todo lo que podía esperarse del Gobierno de España o, aún peor, de España?

El 1-O fue una rotunda victoria moral del independentismo. Todos los que habían discrepado de un referéndum que no cumplía los mínimos requisitos democráticos vieron cómo los argumentos quedaban ahogados por una emoción desbordada. Una Catalunya conmocionada, con unos líderes desquiciados, se precipitó a una DUI simbólica. Un farol, como ha reconocido Ponsatí. Las heridas aún están abiertas. ¿De verdad, 'president' Torra, Catalunya necesita "crear otro 1-O"?