Ser o parecer

Los de abajo son los nuevos pijos

Tras la polémica por la mansión de Iglesias, Errejón posa ahora para una revista con vestuario de marca

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Lucía Etxebarria

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Pablo Iglesias se ha comprado una mansión de 650.000 euros en Galapagar porque no le queda más remedio, porque la prensa le persigue. Pero una casa mucho más grande, con piscina, en Navas del Rey, vale 270.000 euros. Y allí te aseguro que nadie te encuentra. Pero eso sería vivir con los de abajo. Parece que Pablo prefiere vivir con los de arriba, en la zona más cara de la sierra de Madrid. Porque cuenta con cobrar una herencia de un millón de euros. Y es que sus padres poseen seis inmuebles

Después me encuentro a Errejón posando para una revista. Gafas Rayban, 83 euros; traje de Hugo Boss, 620 euros; cazadora de Adolfo Domínguez, 120 euros; Sneakers de Morato, 109 euros. Posturear no tiene precio. Para todo lo demás, Mastercard.

¿Y estos eran los de abajo? ¿Qué tienen en común el consumismo marquista  y las mansiones de nuevo rico con las tesis de Gramsci o la "voluntad bolchevique" que Errejón le reconocía a Iglesias en su tesis de doctorado? Pero, además, si nos quejamos de que cosifiquen a las mujeres, de que se las valore por lo que lucen y no por lo que hacen, ¿vamos a trasladar esta exigencia a los hombres? ¿No estamos todos un poco estresados por esta exigencia omnipresente de ser guapos y bien vestidos?

Después de la foto de Pedro Sánchez con sus gafas de sol, un medio entrevista a una profesora universitaria de asesoría de imagen que dice que Sánchez "se sabe guapo y está tratando de aprovecharlo". Y a otros tantos profesionales que  inciden en que la imagen es importantísima. Nunca ha habido tantos espejos como en la sociedad posmoderna, donde continuamente nos vemos expuestos y reflejados. Pero este culto al cuerpo y la imagen es discriminatorio. Ya no es que los que no somos tan monos y estilosos nos sintamos cada vez peor, sino que tenemos más difícil encontrar un trabajo. Existen numerosos estudios que  lo prueban, por si no bastara con los requisitos de "buena imagen" en las entrevistas.

Si Podemos quiere seguir representando a "los de abajo" deberían recordar que la mujer del César no debe de ser casta, sino parecerlo. Y que los de abajo viven en la zona sur y no llevan trajes de 600 euros.