Sí a los clásicos instantáneos

A favor de los clásicos instantáneos. Hace unos días, un amigo me comentaba que detestaba esa etiqueta, que no podía soportar la soberbia con la que los críticos decíamos algo así de una película y nos quedábamos tan anchos. Argumentaba que para que un filme se ganara la etiqueta de clásico tenía que pasar mucho tiempo, al menos el suficiente para que hubiese quorum sobre su valor y su importancia. Obviamente, me parece un razonamiento respetable. Pero no lo comparto. Me gusta la etiqueta clásico instantáneo. La utilizo sin remordimientos, sin sentir que estoy exagerando y, sobre todo, sin ánimo de vender ninguna moto. Y voy de cabeza a ver las películas que mis críticos favoritos bautizan así, incluso si lo hacen nada más salir del cine, con el entusiasmo nublándoles un poquitín la razón.

Ante 'The Florida Project' y 'Hereditary' he tenido la sensación de estar ante una obra destinada a trascender

Sé que en parte se debe a que no tengo ningún problema con las etiquetas, algo bastante mal visto en esta profesión. No me siento mal utilizándolas. Me parecen útiles para llamar la atención sobre las cosas, especialmente en tiempos de opiniones rápidas, directas y sintéticas; y aún se vuelven más útiles cuando empiezan a salirles detractores y aparecen los renegados, los que no quieren ser marcados.

También sé que mi debilidad por la etiqueta clásico instantáneo se debe a que no me la tomo como una verdad absoluta, sino como la expresión espontánea de la necesidad de contar que en un filme hay algo realmente grande. Yo al menos la uso cuando me pasa eso, cuando detecto en una película algo realmente fascinante, casi esotérico, que no puedo (o no quiero) reflejar del todo en mis críticas y se me escurre (o dejo que se escurra) entre las palabras. Y, sobre todo, la uso cuando tengo la sensación de estar ante una obra destinada a trascender. Este año me ha pasado con 'The Florida Project' (disponible en Filmin) y con 'Hereditary', el clásico instantáneo de terror que se estrena este viernes. No sé si pasarán a la historia como clásicos o si la policía del tiempo lo impedirá. Pero hoy las considero inmensas y esa etiqueta me parece perfecta para compartirlo... e incluso se me queda pequeña.