El tablero catalán

El placer de hablar de autopistas

Los profesionales del 'procés' están alicaídos por haber perdido la iniciativa comunicativa

Jordi Mercader

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El Gobierno minoritario de Moncloa, necesitado de golpes de efecto, nos ha hecho recuperar el sueño de las autopistas sin peaje. Algo extraordinario, tal vez improbable, en todo caso una expectativa. Por una vez, no se trata de rescatar autopistas quebradas del entorno de Madrid, sino de liberar autopistas amortizadas. El negocio no era indefinido. De todas maneras, no hay que repicar las campanas de la gratuidad porque el mantenimiento de las autopistas no es barato y el 'gratis total' es una expresión que casa mal con la batalla contra el déficit. Vendrán tarifas planas para limitar nuestro gozo a un pequeño ahorro.

La dictadura mediática del 'procés' nos había hecho olvidar el placer de hablar de las autopistas o de la obligación para los constructores de dedicar un 30% de las promociones a vivienda social. Aunque sea algo transitorio hay que disfrutarlo. Incluso es un desahogo recuperar el viejo memorándum de reclamaciones competenciales de la Generalitat como cuestión a tratar en la inminente reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra.

La actualidad es media docena de titulares y con el empuje del Gobierno del PSOE y los problemas sucesorios del PP, no queda cupo para lo nuestro, en su versión clásica. La reforma constitucional manda a la segunda división informativa a la unilateralidad desobediente y el traslado de los presos preventivos cae por su propio peso procesal, arrinconando la batalla de las cruces amarillas y las toallas playeras.

Los profesionales del 'procés' están alicaídos por haber perdido la iniciativa comunicativa. La maquinaria de hacer titulares de la Moncloa y la desorientación de sus dirigentes para vestir un 'procés bis' genera desánimo entre los independentistas. En el desconcierto, las ideas pésimas brotan improvisadamente, como la lista de las buenas empresas republicanas o la carta del presidente Torra dirigida al Rey, y firmada también por el diputado huido Puigdemont, solicitándole diálogo para implementar el mandato popular por vías pacíficas.