EL RESCATE DEL 'AQUARIUS'

Efecto "sobrevivir"

Si alguna fuerza política piensa sacar beneficios electorales oponiéndose a acoger a estos seis centenares de refugiados, que se lo piense dos veces

Decenas de inmigrantes en el 'Aquarius', el pasado junio.

Decenas de inmigrantes en el 'Aquarius', el pasado junio. / KARPOV

Pere Vilanova

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El señor Albiol habla de "efecto llamada"... Es justo lo contrario, es el efecto "huida", es fácil de entender. Olvídense del efecto llamada, y si alguna fuerza política piensa sacar beneficios electorales oponiéndose a acoger a estos seis centenares de refugiados, que se lo piense dos veces. El Gobierno de Pedro Sánchez, si acaso, puede ser culpable de intentar cumplir con un retraso de tres años la grave falta de respeto del Gobierno de M. Rajoy hacia los acuerdos de la Unión Europea en materia de acogida de refugiados.

A finales del año pasado se cumplían dos años del acuerdo de la UE por el cual los estados miembros iban a recibir un total de 160.000 refugiados. En menos de cuatro meses, Alemania acogió por su cuenta algo más de un millón, que se dice pronto. Descontado lo que hizo Berlín, del total de los 160.000 en diciembre del 2017 solo habían sido aceptados el 17%. España, presten atención, tenía que recibir 17.337 y fueron reubicados sólo 1.980, el 11,4 % del total. A día de hoy, según diversas fuentes, esta cifra asciende a unos 500 adicionales.

Muy lejos de lo aceptado

Podemos sumar los 600 del 'Aquarius', y observen hasta qué punto seguimos lejos de la cuota aceptada libremente por España hace dos años y medio. El problema es que cuando un Estado, soberano por supuesto, es miembro de la Unión Europea, asume algo que se llama “obligaciones contraídas con la comunidad internacional”, puede ser con la ONU, con la OTAN y en este caso con la Unión Europea. Y el señor Albiol habla de “subasta”…

Los nórdicos, los pequeños bálticos y Alemania han cumplido con su parte. Italia, por cierto, y más allá de los inaceptables exabruptos de su nuevo y reciente Gobierno de extrema derecha, en los últimos 15 meses ha aceptado (no sin reservas, como se vio en el incidente judicial del barco de Open Arms) unos 119.000. Malta, que tiene menos de 350.000 habitantes, ha acogido el 100% de su cuota, y no es de extrañar que esta vez haya dicho que no con el Aquarius. Pero Malta tiene esa cifra de habitantes, e Italia tiene… casi ¡60 millones!. Ah, y por supuesto, Hungría y Polonia dijeron que no en el 2015 y siguen sin recibir ni uno.

Complicaciones logísticas

El operativo presenta sus complicaciones logísticas, nadie lo duda. El 'Aquarius' tardará varios días en llegar a Valencia, va con sobrecarga, por ello la Marina italiana (ahora sí) presta dos buques para ayudar. No hay tiempo que perder. 

El mérito del 'Aquarius', de SOS Mediterrannée  y de Médicos Sin Fronteras ha sido, una vez más, poner a los gobiernos de los estados de la UE, y a la UE como tal, ante su falta evidente de compromiso con sus valores democráticos (y de las normas del Derecho Internacional Humanitario), que se suponen tienen un valor de referente universal.

No se deja a un náufrago en alta mar, no se le retorna a un territorio (del que está huyendo) donde su vida corre peligro. ¿De verdad que estos seiscientos del 'Aquarius' van a generar, ahora, un efecto “llamada”? El problema es lo que genera la situación en Libia, último ejemplo de desastre humanitario, es el efecto "huida".