LA RUEDA

La vía intocable

Si se organizara un concurso para encontrar la peor calle de Barcelona, Via Laietana tendría muchas posibilidades de ocupar el primer puesto

Tráfico denso y aceras concurridas y estrechas en la Via Laietana, ayer.

Tráfico denso y aceras concurridas y estrechas en la Via Laietana, ayer.

EVA ARDERIUS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Si se organizara un concurso para encontrar la peor calle de Barcelona, Via Laietana tendría muchas posibilidades de ocupar el primer puesto. No tiene ni buena movilidad en coche, ni en bici, ni a pie. No es un buen sitio para pasear, ni para comprar. Los índices de contaminación y ruido se disparan y afectan a los pocos vecinos que todavía viven ahí y que también sufren las manifestaciones que tradicionalmente han escogido esta vía para hacer oír sus reivindicaciones. Es lo que tiene vivir en la calle de la histórica comisaria de la Policía y que también lleva a la Catedral y a la Plaça de Sant Jaume.

Mini autopista urbana

Via Laietana también ha recibido la presión turística. Ha sumado hoteles y es una de las tres arterias que, junto con la Rambla y el Paral.lel, comunican el Eixample con el mar. Ninguna de las tres opciones garantiza rapidez, pero la Via Laietana es la opción preferida para los taxistas. Es una mini autopista urbana. Entre semana zona de paso y tráfico laboral, el fin de semana se convierte en el corredor de la paella.

La Via Laietana es un atasco permanente pero aun así, los siete proyectos que diferentes gobiernos han puesto encima de la mesa se han quedado en eso, en proyectos. Ni Hereu, ni Trias, ni de momento Colau, se han decidido. ¿Por qué nadie se atreve a arreglar una cosa que no funciona y que pone de muy mal humor a los que la utilizan? Via Laietana no puede tragar más coches. Es como verter un cubo de agua en un desagüe obstruido. Por mucho que nos empeñemos, no tragará. En esta calle no se puede entrar con bisturí, se necesita una cirugía más invasiva y asumir que la única decisión efectiva será impopular.

La solución pasa por ceder parte del espacio a vecinos, taxis, bicis y autobuses públicos y obligar a los particulares a bajar a la playa utilizando otras rutas, como la Ronda Litoral. Circular en coche por Barcelona tendría que ser cada vez peor, solo así se demostrará que realmente se apuesta por reducir el vehículo privado. Hacer una superilla en plena Via Laietana ¡esto sí que tendría mérito!