DOS MIRADAS

El ADN de Torra

ERC y PDECat protagonizaron una letal carrera, pero ahora vuelven a tener la Generalitat y necesitan temperar el ambiente

zentauroepp43584216 b01  barcelona  02 06 2018   el presidente de la generalitat180602123946

zentauroepp43584216 b01 barcelona 02 06 2018 el presidente de la generalitat180602123946 / periodico

Emma Riverola

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Todo puede salir mal. Pero hay elementos de esperanza para la distensión entre los gobiernos de Catalunya y España. El primero es que a ambos les interesa para sobrevivir. Eso, en política, suele ser determinante. Sánchez es una incógnita como presidenteSánchez , pero no es Rajoy. No es su parálisis ni su cobardía. Tampoco ERC y PDECat son los mismos. Ambos necesitan superar un otoño funesto.

El ADN convergente, primo hermano del material genético del PNV, está en el PDECat. Junts per Catalunya fue una mutación creada en torno de Puigdemont para sobrevivir. Una operación táctica. Imprescindible para conseguir lo que parecía imposible: ganar a una ERC con Junqueras en la cárcel. Pero la realidad ya es otra. JuntsXCat es una capa de piel de la que conviene desprenderse. Fue útil, pero arrastra demasiadas toxinas. No solo contra todo lo que huele a España, basta con asomarse al perfil de Puigdemont en Twitter, sino que está instalado en la crispación política de los últimos meses de su mandato. Cuando ERC y PDECat protagonizaron una letal carrera en la que se miraban de reojo y ninguno se atrevía a decir que iban directos al abismo, impelidos por las promesas que habían regalado, aun sabiendo que no podían cumplirlas. Pero ahora vuelven a tener la Generalitat y necesitan temperar el ambiente. Para gobernar. Y en beneficio de los presos. No, Sánchez no es Rajoy. Está por ver, más allá de una herencia de palabras, el ADN de Torra.