AL CONTRATAQUE

Mariano y el fin del secuestro

Lo reconocemos: te echaremos de menos. Tanta creatividad, tanta negación, tanta falacia y tanto cuento nos ha dejado desarmados

Mariano Rajoy a su llegada al Congreso.

Mariano Rajoy a su llegada al Congreso. / periodico

Xavier Sardà

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Mariano, permíteme unas palabras de despedida. Creo que lo que ha sucedido crea una nueva situación a la que no será fácil acostumbrarse. Lo reconocemos: te echaremos de menos. Eres en varios aspectos sencillamente único. Eres único desde una apariencia de normalidad que encierra una personalidad compleja.

¿Qué haremos a partir de ahora?  ¿A quién invocaremos desesperadamente para que hable propositivamente respecto a Catalunya? ¿A quién intentaremos convencer de que el silencio más que solucionar, embrolla? ¿Quién nos dejará atónitos a partir de ahora diciendo que solo son casos individuales de corrupción? ¿Quién nos dejará absortos diciendo que Gürtel no era un caso de corrupción del PP sino contra el PP?

¿Quién nos dirá a partir de ahora que los jueces tienen mala fe condenatoria? ¿Quién nos dirá que Zaplana es en realidad de Ciudadanos? ¿Quién nos dirá que el PP no ha sido condenado y que Bárcenas era un señor que pasaba por ahí? ¿Quién tendrá ataques de amnesia en los tribunales como tú, Mayor Oreja, Acebes o Rato? ¿Quién nos dirá que quiere ser como Camps?

Es injusto hablar tanto de Gürtel, porque también tienen su gracia Púnica, Noos, Brugal, Campeón, Faisán, Fitur, Lasarte, Naseiro, Palmarena, Pokémon, Taula, Troya… te echaremos en falta Mariano. Tu nos acostumbraste a todas estas cosas.

Echaremos también en falta el mundo de fantasía de Cospedal en el que su marido no es su marido y los jueces son unas mierdas. Echaremos en falta los másters, las cremas y a Hernando y su mala leche y su peinado y su hablar tan ennegrecido.

De todas formas, Mariano, no me extraña que todo haya tomado este cariz teniendo en cuenta cómo empezó tu jefe.  José María Aznar empezó su trayectoria a patada limpia. Exigió enérgicamente la inmediata dimisión en 1986 al entonces presidente de Castilla y León, Demetrio Madrid, al ser procesado por un caso de justicia laboral en una empresa de su propiedad. El líder socialista dimitió, manteniendo una actitud ética impecable. Luego, fue absuelto en 1989. Fue absuelto, pero eso ya daba igual porque habían pasado dos años y Aznar ya había ocupado su lugar. Luego Aznar se casó con Fraga y de ese amor naciste tú, querido Mariano. De dedazo a dedazo y tiro porque me toca.

En fin y en resumidas cuentas que, casi sin enterarnos, tenemos un síndrome de Estocolmo de tres pares de narices. Creo que este descanso nos puede venir bien a todos. Si acaso podemos incluso hacer una cierta cura de desintoxicación para ir volviendo a la realidad poco a poco. Tanta creatividad, tanta imaginación, tanta negación, tanta falacia y tanto cuento nos ha dejado desarmados.  Tendremos que acostumbrarnos poco a poco a veros fuera del banco azul.  Se acaba el secuestro.