DOS MIRADAS

Ni 'ismo' ni 'ista'

Solo es mal catalán quien pretende excluir al otro bajo la mirada sesgada de la ideología

Gala Català de l'Any 2018. Premios a Josep Maria Pou (2017) y Oriol Mitjà (2016)

Gala Català de l'Any 2018. Premios a Josep Maria Pou (2017) y Oriol Mitjà (2016) / FERRAN NADEU

Emma Riverola

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Hubo premiados ilustres, finalistas admirables, actuaciones emocionantes y, como siempre, discursos. Los de los dos galardonados, el médico Oriol Mitjà (Català de l’Any 2016)Oriol Mitjà y el actor y director teatral Josep Maria Pou (Català de l’Any 2017), el del presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el del director de EL PERIÓDICO, Enric Hernàndez. Hubo palabras de reconocimiento y de alegría. Se revivieron los meses convulsos del otoño pasado, se recordó a los políticos encarcelados y, aunque cada uno de ellos habló desde su convencimiento, hubo algo que flotó en el ambiente. Algo que, en los momentos más difíciles, casi habíamos dado por perdido. La posibilidad (aún muy endeble, tanto que incluso resulta difícil escribirlo) de que haya puntos de entendimiento desde la divergencia. Asideros a los que poder agarrarnos unos y otros y los que no son ni unos ni otros.

Sujeciones sin 'ismos' ni 'istas', como dijo Pou. Sin etiquetas que lleven a tachar a nadie de "mal catalán", como el mismo actor confesó que había llegado a pensar de sí mismo. Ernest Lluch, Ferran Adrià, Joan Manuel Serrat, Neus Català, Pasqual Maragall, Óscar Camps o Josep Sánchez de Toledo (responsable de oncología infantil de Vall d’Hebron) son algunos de los galardonados en estos 18 años de Català de l’Any. Sin uno solo de ellos, Catalunya sería más débil, más incompleta, peor. Solo es mal catalán quien pretende excluir al otro bajo la mirada sesgada de la ideología.