LA MOCIÓN DE CENSURA

La generosidad de los otros

A medida que pasan los días, la figura de Pedro Sánchez aparece más tocada por la ingenuidad política

Pedro Sánchez, este martes en el Congreso.

Pedro Sánchez, este martes en el Congreso. / periodico

Jordi Puntí

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace unos días, cuando anunciaba su moción de censura contra el gobierno de Rajoy, Pedro Sánchez se dirigió "a los 350 diputados y diputadas para pedirles responsabilidad y generosidad". He aquí una palabra que al líder del PSOE le gusta pronunciar: 'generosidad'. Después de las elecciones de septiembre del 2016, cuando quería formar gobierno con Ciudadanos y Podemos, ya pedía a los demás partidos que fueran generosos para ayudarle a echar a Rajoy. Es una cualidad, la de ser generoso, que pide sintonía democrática, pactismo dentro de las diferencias. Por lo que estamos viendo, sin embargo, su insistencia no ha calado y ahora cada partido enfoca la moción pensando solo en sus propios intereses.

A medida que pasan los días, pues, la figura de Pedro Sánchez aparece más tocada por la ingenuidad política y, por lo tanto, toma un aire tragicómico. A lo mejor la generosidad que pide a los demás debería haber empezado por uno mismo. El apoyo incondicional que busca de los independentistas, por ejemplo, sería más fácil de obtener si no se hubiera manifestado tan avaro y nada empático con los presos políticos -tan poco generoso, vamos.

En este contexto, el ataque del PP a Pedro Sánchez era previsible, aunque ha llegado a unos niveles de refinamiento en el odio y la demagogia que son notables: Martínez-Maíllo lo definía como "el Judas de España", y Rafael Hernando le acusaba de italianizar España y de hacer bajar la bolsa, como si la sentencia de Gürtel no tuviera nada que ver. En el caso de la derecha alternativa de Ciudadanos, el flanco para atacarlo ha sido el habitual: demonizar el posible apoyo de los independentistas catalanes, que por una vez no eran los protagonistas del conflicto. Lo que ya cuesta más de entender es que desde el propio PSOE también le boicoteen esa generosidad. Ahí está Rodríguez Ibarra: "El independentismo me preocupa mucho más que lo que haya robado el PP". Da la impresión de que los socialistas son los primeros interesados en el fracaso de esta moción de censura, a ver si de una vez se sacan de encima a Pedro Sánchez.