PEQUEÑO OBSERVATORIO

El tiempo es un gran fugitivo

Se lleva muchas cosas, todo lo devora, pero también puede ser un amigo que se detiene ante nosotros para ayudarnos a vivir

icoy34157690 tercera edad161117160654

icoy34157690 tercera edad161117160654 / periodico

Josep Maria Espinàs

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hay un momento de la vida que parece que sea obligatorio recordar el pasado. El recuerdo va acompañado de los sentimientos más diversos. La añoranza de la juventud o de otros tiempos, la comprobación de que se ha perdido algo con el paso de los años. Hay gente 'pasotófila', que está muy satisfecha de haber vivido como ha vivido. Otras personas consideran el paso del tiempo como una especie de estafa.

El tiempo no pasa igual para todos. Hay quizá una explicación. Unos se dedican a festejar con el tiempo, sin prisa, y otros quieren apoderarse del tiempo para que trabaje constantemente para ellos.

Nuestros lejanos antepasados no trabajaban como nosotros ni tenían horarios. Querían atrapar a una bestia que pasaba por el campo y tenían suerte si acertaban con una única lanza. Hoy no es necesario que un depredador humano espere, escondido, a que pase una posible víctima.

Las cacerías, a menudo, se hacen sentados en cómodos despachos.

Cuando yo era un joven abogado, para empezar a tener experiencia trabajé poco más de un año en un despacho. Era el tiempo del franquismo. Y un cliente del despacho me vio tan indeciso y tan susceptible a ser tentado que me hizo una propuesta no muy legal. Dejémoslo.

Todo se mueve

Intentaba, unas líneas más arriba, hablar del paso del tiempo, y cómo tiene tantas maneras de pasar. ¿Cómo debe vivir el paso del tiempo alguien que está sometido a una larga inmovilización y es consciente de que ahí fuera, en la calle todo se mueve, todo cambia en cada momento?

El tiempo no se detiene nunca, y se lleva muchas cosas, muchos proyectos, muchos sentimientos. El tiempo todo lo devora, dijo Ovidio, pero quizá sería un acto de justicia reconocer que el tiempo también puede ser, y a menudo lo es, un amigo que se detiene ante nosotros para ayudarnos a vivir, y nos trae las necesarias dosis de confianza.

Eso sí, debemos saber que el tiempo tiene vocación de fugitivo. Y no podemos retenerlo.