LARGO PLAZO

Meritocracia y transparencia

Los organismos reguladores y los supervisores, como el Banco de España, no deberían ser elegidos por pactos políticos opacos sin un tribunal que valore los méritos

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, se dispone a jurar el cargo en el palacio de la Zarzuela, el 11 de junio del 2012.

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, se dispone a jurar el cargo en el palacio de la Zarzuela, el 11 de junio del 2012.

Olga Grau

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Tradicionalmente, el partido en el Gobierno y el de la oposición, es decir, el bipartidismo histórico de PP y PSOE, se han puesto de acuerdo en el nombramiento de gobernador y subgobernador del Banco de España. El gobernador era elegido por el partido gobernante y el subgobernador, por el primero de la oposición, sin que a nadie le pareciera una anomalía democrática ni meritocrática.

Sólo hubo una excepción: en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero y, con Miguel Ángel Fernández Ordóñez en la cúpula del Banco de España, el PSOE no se avino a acordar la elección del número dos de la institución. Cabe recordar que la presidencia de las cajas de ahorros, sin ser comparable a la de un regulador, se regía por la misma dinámica con resultados de sobra conocidos y sufridos por todos los ciudadanos.

Ahora, tras una larga crisis de la que deberíamos haber aprendido y en un contexto de grave crisis política y descrédito de las instituciones, sería recomendable que en España los organismos reguladores y los supervisores no estuvieran elegidos por pactos políticos opacos sin un tribunal que valore los méritos objetivos de los candidatos. De existir procesos más transparentes y meritocráticos, el relevo de Luis María Linde en el Banco de España, que debe estar resuelto antes del 11 de junio, no estaría en el aire y empantanado en el barro de la discrepancia política, por decirlo de forma suave.

Valga elejemplo de Gran Bretaña, donde en el 2012 apareció por primera vez publicado un anuncio en el The Economist para pedir candidatos para el puesto de gobernador del Banco de Inglaterra. A los ofertantes se le pedía, entre otras cosas, que acreditaran capacidad de liderar, influir y gestionar el cambio en el banco; conocimientos de mercados financieros, y una integridad profesional y personal fuera de duda. Los candidatos fueron seleccionados y entrevistados por un panel de expertos. El elegido pasó luego por el filtro del ministro de Economía para, posteriormente, ser ratificado por el primer ministro y la reina de Inglaterra.

Actualmente, los altos cargos del Banco de España, Competencia y CNMV son nombrados por el Gobierno a propuesta del Ministerio de Economía en un proceso del que no se reconoce una criba meritocrática objetiva. El proceso genera distorsiones como que se nombren a personas de confianza del poder político de turno, no haya mujeres, y no se priorice el conocimiento sobre los temas a regular. Actualmente, para liderar el Banco de España suena Fernando Becker (18 años, hasta marzo, trabajando en Iberdrola) y dos candidatos de la confianza de Luis de Guindos como Rosa María Sánchez Yebra y Emma Navarro.

Lo más probable es que la crisis política actual en el Gobierno deje al Banco de España sin gobernador en la fecha designada y que haya que seguir con una solución interina. Un motivo más para avergonzarse ante el BCE y Europa.