¿Rajoy puede dormir tranquilo?

Ya es oficial: el PP es el primer partido de España condenado por corrupto. El tribunal del 'caso Gürtel' ha sentenciado que creó "un auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional" basado en la "manipulación de la contratación pública" en las administraciones que gobernaba.

A las fuertes penas de cárcel impuestas al cabecilla de la trama, Francisco Correa (51 años), y al extesorero Luis Bárcenas (33), se suman la condena civil al partido como "partícipe a título lucrativo", la constatación de que siempre tuvo una "caja b" -pendiente de juicio- y la validación judicial de los llamados 'papeles de Bárcenas", que consignaban pagos en negro a dirigentes como Mariano Rajoy. Como colofón, el tribunal cuestiona la "credibilidad" del testimonio que el presidente prestó durante el juicio.

Sobre el PP pesa como una losa la táctica escapista que desplegó al estallar el 'caso Gürtel', en el 2009. Era "una trama contra el PP" (Rajoy), "una campaña orquestada de acoso y difamación" (María Dolores de Cospedal) o "un montaje de la policía de Rubalcaba" (Federico Trillo) . Dictada la sentencia, el líder del PP ha circunscrito a "casos aislados" la avalancha de escándalos de corrupción que atenazan a su partido. El último, la detención de Eduardo Zaplana por blanqueo de capitales .

Tiene razón Albert Rivera cuando advierte de que habrá "un antes y un después" de esta sentencia: solo 24 horas antes, Ciudadanos y PNV apuntalaban a Rajoy en la Moncloa hasta las elecciones del 2020, al respaldar los presupuestos del Estado; después de la condena por corrupción, que abarca la etapa en la que el presidente del Gobierno ya lideraba el PP, la legislatura queda herida de muerte.

EN MANOS DE CS

Queda claro que nadie asumirá responsabilidades políticas por el 'caso Gürtel'... salvo que prospere la moción de censura que rumía el PSOE de Pedro Sánchez. La pelota vuelve al tejado de Cs, que en el 2016 coronó a Rajoy, y de Podemos, que antes impidió que lo destronara Sánchez. Salvo en el caso de que estas tres fuerzas superen sus recelos e inquinas, el presidente, aun en su peor momento, puede dormir tranquilo.