Análisis

Remunicipalización: dogma o eficiencia en la gestión pública

Análisis del agua en una planta de tratamiento de Agbar.

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Ferran Bel Accensi

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Durante los últimos años por parte de ciertas formaciones políticas se ha intentado establecer como principio ideológico básico que lo que ellos llaman la remunicipalización de determinados servicios públicos -la gestión directa-, es mejor que la gestión mediante concesiones a empresas. Vaya por delante que mi partido, a diferencia de otros, no es dogmatico en este aspecto y entendemos que cada servicio público debe gestionarse de la forma más eficaz y eficiente. Por tanto, cada administración debe valorar, estudiar y decidir desde la óptica económica, financiera  y social qué resulta más conveniente para la gestión de los servicios públicos.

En base a este principio nuestro grupo parlamentario presentó tres enmiendas al proyecto de ley de contratos del sector público que pretendían  conseguir este objetivo y que no representaron ninguna pinza con ninguna otra formación política sino todo lo contrario: buscamos el consenso, fueron transaccionadas y recibieron un amplio apoyo, siendo aprobadas dos de las tres por unanimidad.

La primera de nuestras enmiendas,  en la línea de fijar los mismos requisitos para realizar una concesión como para rescatarla, establece que el rescate requerirá acreditar  que la gestión directa es más eficaz y eficiente que la concesional. En el caso de omitir tal requisito se corre el riesgo que un rescate por motivos  ideológicos suponga un mayor coste para el contribuyente, o una menor calidad en los servicios prestados.  Dicha enmienda recibió un amplio respaldo y la oposición frontal de un solo grupo, probablemente más por motivos dogmáticos que técnicos.

La segunda de nuestras enmiendas perseguía igualar las condiciones del procedimiento de concesión de servicios con el procedimiento de su rescate para que también los acuerdos de rescate de concesiones puedan ser objeto de recurso especial en materia de contratación. Dicha enmienda, tras ser transaccionada, fue aprobada con el voto favorable de todos los grupos parlamentarios.

La tercera de nuestras enmiendas  tiene por objetivo igualar las condiciones tanto para la constitución de una  concesión de servicios como para su rescate. En ella se establece que los trabajadores que venían prestando sus servicios sean subrogados por la propia administración. En caso contrario, supondría un gran agravio laboral a dichos trabajadores. Esta enmienda, exactamente en los mismos términos, fue presentada también por los grupos socialista y ERC y  obtuvo un consenso absoluto tras ser mejorada por la propia ponencia.

En el Partit Demócrata nos sentimos satisfechos de nuestro trabajo ya que introduce racionalidad y rigor y ha suscitado un amplio consenso. La remunicipalización de forma genérica no tiene porqué ser óptima en sí misma sino que debe analizarse, estudiarse y decidirse con criterios de eficiencia y eficacia y no dogmáticos. En este aspecto, como en otros (la eliminación de los desahucios, por ejemplo), algunos gobiernos municipales -que en un ejercicio de populismo prometían remunicipalizaciones por doquier-, ahora no son capaces de cumplir sus promesas e intentan  buscar un enemigo exterior para justificar su incapacidad y su demagogia.