AL CONTRATAQUE
Soraya y Cospedal, dos iguales para mayo
El PP se hunde, la monarquía se retrata y Catalunya sigue arrodillada. Y no se hablan, oigan
Xavier Sardà
Periodista
Es licenciado en Ciencias de la Información, con una amplia trayectoria en radio y televisión. Su actividad se centra actualmente en tertulias de carácter político.
XAVIER SARDÀ
Dos de mayo. Soraya y Cospedal no se miran, ni se saludan, ni se hablan. Forman parte del mismo gobierno y no solo están peleadísimas, sino que además no lo disimulan. Vamos, que quieren dejar claro que se detestan, incluso en público. Como la cosa más normal. Cuando el neo presidente posCifuentes hace su discurso, solo una silla separa a Soraya y Cospedal que, insistimos, simulan vivir en un mundo en el que la otra no existe. Es más, cuando Soraya preside el consejo de ministros porque Rajoy no está, Cospedal ni se presenta. Todo delicadeza.
Hace apenas tres semanas, Leticia estuvo al lado de Cifuentes y no la miró. No se trata de no saludarse ni hablarse, la cuestión es no mirarse. Se trata de no mirar, como terca modalidad de negación de la realidad. Cada una bajo su peinado igloo se aislaba de la persona que tenía al lado. Como cuando los niños se tapan la cara y creen que no se les ve.
Soslayar la realidad
Por su parte Leticia tuvo su jornada trágica contra Doña Sofía, evitando espasmódicamente que la reina madre se hiciese una foto con sus nietos. El Rey incómodo. Esquivar obstinadamente la foto era, de nuevo, querer soslayar la realidad.
Observamos que el mundo ideal de las mujeres gobernando, puede tener algunas excepciones. Algunas de ellas las tenemos aquí.
Me dirán que, si no se llevan bien, no tienen por qué hacer teatro. Resulta que el protocolo nace para que los que no se lleven bien, actúen educadamente. Nobleza obliga.
Un sueldo público
¿Saben que todas ellas cobran un sueldo que pagamos los ciudadanos españoles? ¿Saben la sensación que transmiten dos miembros de un mismo gobierno, que no se dirigen la palabra? ¿Imaginamos la descoordinación gubernamental que debe producirse? ¿Saben la sensación que tienen los ciudadanos al ver dos miembros de una misma familia real bufándose a la cara? ¿Esa es la educación que quieren transmitir a la ciudadanía? ¿En realidad son ustedes tan creyentes como dicen?
El país está en una crisis política, económica y constitucional sin precedentes, y ustedes se dedican a comportarse como si fueran concursantes de Supervivientes.
Es cierto, puede que todo esto tenga un punto machista. Pues miren, lo mismo vale para el distanciamiento Puigdemont-Junqueras. Llevan meses de estancamiento, disconformidad e incomunicación. Llevan meses destilando el mensaje de que el voto independentista segrega en lugar de agregar. Al final acuerdo in extremis. No, ya se llevaban mal antes de declarar la república. A pesar de que uno esté en la cárcel y el otro en Alemania, la lejanía psicológica es mayor que la física. Van a formar gobierno dos líderes que tampoco se soportan. O no.
El PP se hunde, la monarquía se retrata y Catalunya sigue arrodillada. Y no se hablan, oigan.
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