Dos miradas

Frente al lineal

El 'caso Cifuentes' es un ejemplo más de esa particular corrupción de cortijo del PP

Cifuentes, con el vigilante

Cifuentes, con el vigilante / periodico

EMMA RIVEROLA

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Sería poético si no apestara tanto. Incluso, si no diera un poco de miedo. Cristina Cifuentes mostrando las cremas robadas a un guardia de seguridadCristina Cifuentes. La colosal maquinaria de corrupción del PP degradada al más vulgar de los hurtos. Incluso al más banal. Que cuando se produjo ese rapto de cleptomanía o de desfachatez ella fuera, además de vicepresidenta de la Asamblea de Madrid, presidenta del Comité de Garantías del PP (órgano que evalúa la "falta de ejemplaridad en el comportamiento o conducta de un afiliado o cargo") es la más bella de las metáforas. Que el vídeo llevara siete años dormido esperando el momento de expandirlo, pone música de fondo. Concretamente, la de 'El padrino'.

En cualquier caso, los hechos están ahí. Un ejemplo más de esa particular corrupción de cortijo del PP. De las colosales comisiones ilegales de obras públicas a la cutrez de los trajes de Francisco Camps o a unos botes de crema antiedad. Será interesante observar qué efecto produce en su electorado. El latrocinio sistematizado y a gran escala del PP escapa a la vida cotidiana de la mayoría de los ciudadanos. Pero todos nos enfrentamos cada día a un lineal de supermercado. La gran mayoría decide que robar no es correcto y así educa a sus hijos. También los que hacen equilibrios con la cesta de la compra para llegar a fin de mes. La miseria moral se detecta más claramente cuando se confronta con las opciones vitales propias.