PEQUEÑO OBSERVATORIO

El juego de la vida y el azar

Cuántas decisiones razonables han fracasado y cuántas iniciativas azarosas han resultado positivas

Emma Stone y Ryan Gosling, en 'La La Land'.

Emma Stone y Ryan Gosling, en 'La La Land'. / periodico

JOSEP MARIA ESPINÀS

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Estaba hojeando páginas de un diario -de política, de economía- cuando me he encontrado con una columna dedicada a la astrología. Habitualmente paso por alto este tipo de información pero esta vez me he parado. Mi signo es el Piscis, que abarca el periodo del 18 de febrero al 19 de marzo. Leo la siguiente información: "Año en que piscis goza de una gran inspiración e imaginación, lo que se ve acentuado en épocas como la actual. Procure expresarlas". 

Ya me gusta este signo, aunque me pierdo las ventajas de los signos que me rodean. Si hubiese nacido un poco antes, me hubiese tocado ser Acuario y ahora me vería especialmente favorecido por recursos económicos; y de haber nacido un mes después podría haber iniciado un negocio que me proporcionaría grandes beneficios económicos.

Cuestión de azar

Me van a perdonar los especialistas en la materia si digo que, más que en los signos astrológicos yo creo en el azar. Sobre estos temas se pronunciaron dos grandes personajes: Cicerón y Voltaire. El filósofo romano dijo que "es el azar, no la prudencia, quien rige la vida". Mientras que el filósofo francés afirmó: "Lo que llamamos azar no es sino la causa ignorada de un efecto conocido". 

Dejo para los ilustres pensadores estas reflexiones y me quedo con la importancia del azar. Si no hubiera encontrado en la calle aquella persona... Si no me hubieran publicado mi primer libro... Cuántas decisiones razonables han fracasado y cuántas iniciativas azarosas han resultado positivas.

Si no me equivoco, 'azar' es una palabra que viene del árabe y estaba relacionada con el juego de dados, sometido a la suerte. En mis viajes por los pueblos a menudo he visto hombres en el café jugando a los dados. Ponían garbanzos sobre la mesa y nunca supe si los garbanzos eran púdicamente monedas.