AL CONTRATAQUE

La CUP y los curas, amén

La relación de muchas opciones políticas respecto a la solución real de los problemas es inversamente proporcional a su retórica casi creacionista

Concentración de apoyo a los CDR, en la plaza Sant Jaume de Barcelona, este martes.

Concentración de apoyo a los CDR, en la plaza Sant Jaume de Barcelona, este martes. / periodico

XAVIER SARDÀ

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¿Cómo sabemos que lo que pensamos políticamente es lo óptimo para un país? ¿Os habéis preguntado alguna vez por qué pensáis políticamente lo que pensáis? ¿Lo que pensáis, os va bien a vosotros o le va bien al país? ¿Vuestro pensamiento político es original, alquilado o en leasing?

Envidio a los que tenéis un pensamiento político que os soluciona la papeleta existencial y que es prácticamente lo mismo que una creencia con su catecismo, su doctrina y su moralidad. Las coincidencias entre la CUP y PuigdemontPuigdemont son puramente coyunturales, pero las coincidencias entre la CUP y la Conferencia Episcopal son esenciales y perdurables. Ni una ni otra aportan solución social alguna, pero ambas cubren el trámite personal de identificación y catalogación ética de la conducta de sus seguidores. La CUP y la Conferencia Episcopal tienen un enemigo ancestral en el capitalismo y en el diablo, y aúnan esfuerzos contra la indiferencia moral de los tibios y los neutrales. 

Podemos también emite sabias cartografías de convicciones y soluciones para salvaguardar la honestidad y la integridad cotidiana, hasta el punto de que Pablo Iglesias elogia religiosamente tres veces al año al Papa Francisco.

Agnósticos y socialdemócratas

La relación de muchas opciones políticas con respecto a la solución real de los problemas es inversamente proporcional a su retórica casi creacionista. De momento, el independentismoindependentismo no ha conseguido muchos logros sociales pero ofrece, en cambio, un enorme acomodo personal católico en su sentido universalista. Mucha gente está mejor por el mero hecho de "ser" independentista. ¿Si muchos están mejor, significa que algo mejora? Políticamente no, pero puede que socialmente, sí. ¿Qué haya mucha gente que crea en Dios mejora políticamente los países?... No, pero Dios es utilísimo para sus seguidores a título individual.

A los agnósticos, que a lo sumo nos sentimos pedestremente socialdemócratas, nos sorprende positivamente el ideario existencial salvífico: "Yo es que soy Acuario y de la CUP", "Yo soy Aries y de Podemos", "Yo soy indepe y vegano". 

Convicciones

Los socialdemócratas estamos tan anticuados que todavía creemos que hay derechas e izquierdas, que la política debe solucionar los problemas reales de los países y que la ideología debería ser algo completamente distinto de las creencias. Pensamos, además, que en cada momento político se puede optar por distintas soluciones específicas. Un rollazo, vamos. Encima, somos críticos con nuestros representantes políticos y con nuestros profetas caídos.

Envidio a algunos creyentes, a los cupaires, a algunos indepes, a algunos de Podemos, a los pperos pata negra y a todos los que, gracias a sus convicciones, pueden olvidarse de revisar sus convicciones. Suerte que tienen, oigan.