Pobreza infantil, aquí y ahora

Una de las consecuencias más terribles de la crisis económica es la cronificación de la pobreza en una franja considerable de la población. El elevado coste de la vivienda, el paro sobrevenido o las situaciones dramáticas de desahucio han incrementado el número de familias que sobreviven por debajo de los lindares mínimos. Este problema social de primer orden se acrecienta en la franja de los menores de edad, de tal manera que ya se trata de una situación enquistada, como releva el estudio Aquí, avui, encara que acaba de presentar la oenegé Save The ChildrenAquí, avui, encaraSave The Children. En Catalunya, uno de cada cuatro menores (350.000) padece una pobreza que afecta a todos los ámbitos, desde la salud a la educación, desde el desarrollo físico al emocional y cultural pasando por la vulnerabilidad que sufren como víctimas de agresiones o abusos sexuales.

El panorama descrito por Save The Children arroja datos espeluznantes y más si se tiene en cuenta que Catalunya solo destina el 0,8% del PIB a la protección social de menores, muy por debajo de la media europea. Las ayudas son eficaces en la acción inmediata y urgente pero no lo suficientemente potentes para disminuir una desigualdad que afectará a los menores a lo largo de toda su vida. La escasez de recursos, con el estancamiento de la Renta Garantizada de Ciudadanía, no es una buena noticia en el afán que deberían tener las administraciones para luchar en clave de equidad contra esta lacra.