Mercado laboral y universidad

Ingenieras, la paradoja de la igualdad

Cuanto más igualitario es un país, más mujeres capaces para la ciencia optan por otros estudios

Estudiantes de Ingeniería en la Universitat Politècnica de Catalunya.

Estudiantes de Ingeniería en la Universitat Politècnica de Catalunya.

MARTA TENA

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Las chicas no quieren ser ingenieras, ¿por qué? Sorprende que siendo la mayoría de estudiantes universitarios en España mujeres (54%) en ingeniería no alcancen ni una cuarta parte. La OCDE lleva tiempo alertando del sesgo de género en la educación y sus consecuencias. Las mujeres son apenas el 12% en algunas carreras técnicas, sin embargo tienen una presencia 'desproporcionada' en carreras relacionadas con el sector educativo (79%) o en el ámbito de salud y bienestar (72 %).

Los estudios sobre la evolución del mercado laboral apuntan que un número significativo de los puestos de trabajo que se crearán en el futuro requerirán de conocimientos en ingeniería y tecnología. Si tenemos en cuenta que además se corresponden con las denominadas posiciones de poder, bien remuneradas y con un alto reconocimiento social, es preocupante la desigualdad de género que tenderá a acentuarse si no se corrige la participación de mujeres en estas titulaciones universitarias.

Despertar vocaciones

Si analizamos las causas por las que las mujeres no tienen las ingenierías entre sus preferencias, encontraremos diferentes factores. Afortunadamente, el discurso sobre su capacidad intelectual está hoy día superado. En los últimos resultados de las pruebas de acceso a la universidad, las mejores notas en 14 de las 17 comunidades autónomas las alcanzaron las mujeres. En aras a equilibrar la balanza y romper la 'brecha de género', la Real Academia de Ingeniería (RAI) ha puesto en marcha  el proyecto 'Mujer e Ingeniería'  con el objetivo de  despertar  vocaciones científicas y técnicas en niñas y adolescentes.

Otro aspecto que no beneficia es la falta de referentes femeninos en este ámbito. Si pensamos en mujeres ingenieras que han contribuido a cambiar el mundo en el que vivimos, ¿cuántas  somos capaces de citar de forma espontánea? Os invito a hacer la prueba pero con ingenieros célebres. Sin duda, existen destacadas aportaciones científicas de las mujeres, pero su trabajo ha sido desconocido durante décadas. Si damos visibilidad a todas estas mujeres, las adolescentes contarán con referentes femeninos que les servirán de ejemplo e inspiración.

Se acaba de publicar un estudio de investigación en 'Psychological Science' que analiza la denominada paradoja de la igualdad en los estudios de ciencia e ingeniería y concluye que cuanto más igualdad de género hay en un país (según el índice de Igualdad de Género del Foro Económico mundial) menor es el porcentaje de mujeres que estudian ingenierías y carreras técnicas. Lo más relevante de esta investigación, que  se basa en los resultados académicos de 472.242 adolescentes en 67 países, es descubrir que cuanto más igualitario es un país, más mujeres capaces para la ciencia y la ingeniería optan por estudiar otras titulaciones universitarias.

Esta paradoja de la igualdad de género, explica que países como Albania y Argelia tienen un mayor porcentaje de mujeres entre sus graduados en ingenierías que los países aclamados por sus altos niveles de igualdad de género, como Finlandia, Noruega o Suecia. En EEUU las ingenieras no llegan al 14% mientras que en Argelia las mujeres representan el 41% de los graduados universitarios en los campos de ingeniería, ciencias o tecnología.

Romper estereotipos

Rompamos los estereotipos asociados a carreras técnicas, invitemos a las adolescentes a asumir retos y tomemos conciencia de que en los países en los que las mujeres no necesitan estudiar grados en ingenierías y tecnologías para conseguir la igualdad no podemos relajarnos, porque hacerlo nos pasará factura en el futuro agravando la brecha de la desigualdad. En la citada paradoja de la igualdad, nos podremos encontrar que en aquellos países donde actualmente la desigualdad de género es hoy denunciable, el porcentaje de mujeres con puestos de trabajo más relevantes en un futuro será muy superior al de los países en los que hoy día la mujer se desenvuelve en un entorno más igualitario.

La sociedad no puede perderse el valor que generan las mujeres en todas las profesiones. La diversidad de género produce riqueza y el sector tecnológico e industrial necesita mujeres bien preparadas que puedan aportar su potencial creativo y su capacidad de innovación sumando nuevas percepciones para mejorar el mundo en el que vivimos. Estoy segura que hay muchas jóvenes que desean ser transformadoras de esta sociedad, animémoslas porque las ingenierías las necesitan.  Que la igualdad en las ingenierías no sea una paradoja sino una realidad.

Cuanto más igualitario es un país, más mujeres capaces para la ciencia optan por otras titulaciones