El 8 de marzo

Huelga Feminista: ¿qué es lo que no quiere entender el PP?

Es una convocatoria construida desde las propias mujeres, que pretende tener un efecto empoderador

ilustracion de maria  titos

ilustracion de maria titos / periodico

GEMMA ALTELL

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Numerosos artículos han explicado ya que la huelga feministahuelga feminista convocada para el 8 de marzo va mucho más allá de una huelga laboral. La huelga feminista quiere reivindicar el derecho de las mujeres a vivir sin violencias, en entornos laborales equitativos, el derecho a no ser consideradas productos de consumo, que la perspectiva feminista y laica esté presente en la educación y, por último y sin duda uno de los elementos más importantes, que todo el trabajo de cuidados que proporcionamos y hemos proporcionado las mujeres a lo lago de los siglos sea reconocido como uno de los pilares fundamentales para el sostenimiento de la vida.

Ni más ni menos. El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, no del hombre. Este hecho no pretende confrontar –tal como anuncia la señora Cospedal-. Pretende visibilizar cual es la situación de las mujeres en nuestra sociedad, la específica. Desgraciadamente una huelga feminista requiere un alcance mucho más amplio que una huelga laboral tradicional esencialmente pensada por hombres y para hombres. Requiere un alcance más amplio porque la vulneración de derechos es más profunda y tiñe todos los ámbitos de nuestras vidas y porque todos los trabajos vinculados al ámbito reproductivo y del cuidado no están recogidos en ningún convenio laboral aun siendo imprescindibles. 

La vulneración de derechos de las mujeres tiñe todos los ámbitos de nuestras vidas porque los trabajos del ámbito reproductivo y del cuidado no están en ningún convenio laboral 

Por otro lado, no deja de parecerme irónico que la señora Cospedal también argumente que no todas las mujeres tienen la posibilidad de hacer esta huelga.  Alude aquí a las que están en el paro, en régimen de autónomas, trabajando en negro o sin papeles. Es cierto. Muchas de ellas no podrán hacerla plenamente pero es evidente que, en gran medida, la responsabilidad de que muchas mujeres se encuentren en esta situación tiene que ver con las políticas económicas neoliberales y sin perspectiva de género desarrolladas por el PP. Creo que no les corresponde ahora jugar el papel de actor sensibilizado con la precariedad laboral.

Dicho esto, la iniciativa de la huelga propone acciones a niveles diferentes: personales, familiares, laborales, de consumo, etcétera, que permiten que cada una se vincule en la medida que pueda y quiera evitando así el efecto elitista de una huelga pensada solo para mujeres bien posicionadas -aspecto que este Gobierno del PP también ha comentado-. De hecho, es una huelga construida desde las propias mujeres, que pretende tener un efecto empoderador. Que tomemos conciencia de nuestros derechos y nuestra fuerza sean cuales sean nuestras circunstancias vitales.

Como último bloque, también cabe destacar que el PP hace referencia al pacto de Estado contra la Violencia de Género para negarse a apoyar la huelga. El pacto no cubre, ni de lejos, todas las expectativas formuladas por el movimiento feminista como respuesta a las necesidades de las mujeres respecto a las violencias machistas, todas las mujeres en mayor o menor medida. No podemos decir entonces que el Pacto de Estado –conseguido bajo mínimos- invalida cualquier posibilidad de seguir reivindicando en este sentido, y menos, el 8 de marzo. Queda mucho por hacer.

Por tanto, señora Cospedal: ¿Por qué su partido no puede apoyar la huelga feminista?