ANÁLISIS

Enganchados a la mentira

JxCat y ERC designarán a un candidato viable para formar Govern, lo que no está claro es el tiempo que tardarán en acordar una nueva hoja de ruta sin unilateralidad

Turull y Rovira, en el pleno del Parlament.

Turull y Rovira, en el pleno del Parlament. / periodico

JOAQUIM COLL

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Si hasta octubre pasado los partidos separatistas daban por hecha la República catalana aún sin saber cómo se implementaría, ahora han cambiado esa fe religiosa por una obstinación más inquietante. Han pasado de creer en lo que no ven a negar lo que sí ven: que el 'procés' fracasó y que Catalunya sigue siendo una comunidad autónoma española. Se niegan a admitir la realidad con todas sus consecuencias, siguen enganchados a la ficción y, peor aún, a la mentira.

Este jueves el Parlament no desbloqueó nada, pues todavía no hay un candidato a 'president' que sea viable. Únicamente se asistió a una sesión de taumaturgia política a fin de que Carles Puigdemont fuese restituido simbólicamente en el cargo y, de paso, reivindicar los resultados de un referéndum que nunca fueron validados ni reconocidos por nadie. Las propuestas de resolución no tienen fuerza jurídica, lo que permite aprobar auténticos disparates, pero tampoco pueden colisionar con las advertencias hechas por el Alto Tribunal en sus autos y sentencias. Por eso la confirmación de la DUI que pretendía la CUP fue rebajada a un sobreentendidoDUICUP para iniciados.  

De Forcadell a Torrent

A estas alturas lo grave no son esas declamaciones que solo tienen como finalidad escucharse a sí mismo, sino la actitud sectaria del 'president' del Parlament, Roger Torrent, que se comportó como una nueva Carme Forcadell, desoyendo el informe de los letrados y actuando 'manu militare'. El incidente con el vicepresidente segundo, José María Espejo, que abandonó la Mesa para afearle su conducta, fue un espectáculo insólito que anticipa una legislatura salpicada de ese tipo de situaciones.

Torrent no se comporta como el 'president' de todos los diputados sino que está descaradamente al servicio de los intereses de la mayoría independentistaQue JxCat y ERC no se pongan de acuerdo es su problema, lo que no tiene pase es que el presidente de la cámara mantenga la legislatura bloqueada hasta que esos dos grupos desencallen sus surrealistas negociaciones y logren el apoyo de la CUP. Hace ya más de un mes que Torrent aplazó 'sine die' el primer pleno de investidurapleno de investidura, sin que haya hecho ninguna otra ronda de consultas.

Candidato Sànchez

Entre tanto se van filtrado informaciones que apuntan a Jordi Sànchez como siguiente candidato a 'president' y, en paralelo, la creación de unas estructuras paraoficiales en Bruselas como premio de consolación para Puigdemont. Es imposible que el juez Pablo Llarena permita al exlíder de la ANC salir de la prisión para sumarse a un plan que tiene mucho de reiteración delictiva. La creación de organismos en el "exilio", como una asamblea de cargos electos y un consejo de la República catalana, es un completo disparate. Que Sànchez se preste a participar en esa farsa no le va ayudar nada judicialmente.

Con todo, ya no cabe duda de que antes o después JxCat y ERC designarán a un candidato viable para formar Govern. Lo que no está claro es el tiempo que tardarán en ponerse de acuerdo en una nueva hoja de ruta sin unilateralidad. Les será muy difícil ejercer el poder autonómico sin desmentir el legitimismo de Puigdemont y la ficción independentista.