La cita del Mobile World Congress

La tecnología móvil y la transformación social

Los avances tecnológicos deben tener vocación de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, sobre todo de los más vulnerables

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FRANCINA ALSINA

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Barcelona vuelve a ser la capital mundial del móvil y el escaparate de presentación de las tecnologías más innovadoras en campos como el internet de las cosas o la realidad virtual, que nos prometen un futuro lleno de sensores, robots y 'big data' que gestionarán de forma más inteligente nuestros hogares y nuestras ciudades. Además se presentarán dispositivos más rápidos y aplicaciones que en teoría nos han de hacer la vida más fácil.

Es cierto que la penetración del móvil en nuestra sociedad es altísima y en poco tiempo nos ha puesto al alcance la posibilidad de relacionarnos, informarnos y comprar más rápidamente y desde nuestro dispositivo a golpe de clic. Pero junto a ello convive otra realidad que nos interpela con urgencia: la de la pobreza energética, los desahucios y acceso a la vivienda, la pobreza infantil, el paro de larga duración, el drama de los refugiados, la soledad de las personas mayores.

Las emergencias sociales

Son problemáticas sobre las que recae la responsabilidad de gobiernos y del conjunto de la ciudadanía, pero que también deben despertar la implicación de los poderes económicos y empresariales. Y en este sentido la tecnología móvil debe ser un aliado imprescindible que debe ayudar de forma decisiva a superar estos retos de emergencia social. Solo con un enfoque claramente social del desarrollo y la aplicación de las tecnologías de la información y de las comunicaciones conseguiremos que realmente esta revolución llegue a todos y cada uno de nuestros ciudadanos y ciudadanas.

No puede haber transformación digital sin transformación social. Son dos caras de la misma moneda. La última tecnología que nos visitará en el Mobile World Congress, tanto de la mano de grandes corporaciones como de pequeñas y medianas empresas y también de emprendedores, no será realmente transformadora de nuestra sociedad si no tiene una clara vocación de mejorar las condiciones de vida de todos, sin exclusiones, y en particular de los que más lo necesitan.

Las entidades del Tercer Sector Social, a través del proyecto 'm4Social', por ejemplo, pondremos de nuestra parte para aprovechar al máximo el poder transformador de la tecnología, y sabemos que tenemos que liderar este cambio en el interior de las entidades y mejorar nuestras habilidades y capacidades. Pero reclamamos también de la industria del móvil una mirada social más franca, ancha y generosa, y de las administraciones públicas un papel más activo y relevante como tractor de la implantación eficaz de la tecnología móvil en la acción social. Una alianza a tres bandas que haga que el móvil vaya más allá de una herramienta de productividad personal a un arma de transformación social.

Atención a los más vulnerables

Las más de 3.000 entidades sociales del país tenemos permanentemente puesta la visión en la persona. Cuando se dice en el mundo tecnológico que el usuario debe ser el centro de cualquier desarrollo de soluciones, las entidades del tercer sector ya hace años que lo practicamos a la hora de atender a los más vulnerables. Pero ahora, tenemos que digitalizar estos servicios y nos preguntamos cómo lo tenemos que hacer y qué nos implicará.

Seguro que debemos trabajar internamente en la mejora de nuestras habilidades y conocimientos tecnológicos, y abordar con decisión la transformación digital de nuestros procesos de la misma forma que lo han hecho otros sectores económicos. Y en este camino que hemos empezado necesitamos estrechar la colaboración con las administraciones, con centros de investigación e innovación, con universidades y centros de formación, con consultores de estrategia digital, con aceleradoras de 'start ups', con redes de inversores sociales...

Una oportunidad

Pero el gran reto de verdad que tenemos en el tercer sector es hacer ver a la industria del móvil y la emprendeduría tecnológica –en el marco de una ciudad como Barcelona que tiene un ecosistema de innovación tan desarrollado– que tienen una grandísima oportunidad de trabajar en colaboración con entidades que están en primer línea de las emergencias sociales para hacer llegar estas tecnologías a las personas más vulnerables, desarrollando proyectos sostenibles que generan un altísimo impacto en la vida de la ciudadanía.

Solo así trazaremos el camino de una verdadera transformación social gracias al uso responsable de la tecnología. Estaremos en  el Mobile World Congress, el de este año y en todos los próximos, para explicarlo, para construir alianzas con los actores principales del mundo digital y para impregnar de contenido social el congreso más importante que anualmente acoge Catalunya.