Pequeño observatorio

Nuestro pequeño teatro personal

El poder de las palabras es enorme, a pesar de su aparente fragilidad

Teatro municipal de Arenys de Mar.

Teatro municipal de Arenys de Mar. / periodico

Josep Maria Espinàs

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Pocos días después del cambio de año fui a comprar una agenda. Una pequeña para anotar algunas cosas que tengo que hacer, alguna cita, todo lo que se me puede escapar de la memoria, cada vez más gandula, cada día más borrosa. Y me he encontrado que muchas páginas se quedaban en blanco.

Si una agenda es un instrumento para ayudarme a recordar le daré, me parece, muy poco trabajo. Mis agendas de otros tiempos se iban abarrotando de nombres, de datos, de recordatorios... Ahora veo que mi agenda de este año tiene vocación de virginidad.

No caeré en una crisis de agenda si se puede decir así: anotar "tienes que levantarte y desayunar". Todavía no estoy tan descolocado, por decirlo suavemente.

Sí que tengo que hacer alguna anotación, de vez en cuando, pero muy pocas. Y no sé por qué, esto, me ha hecho pensar en el teatro. La acción de levantarme puede tener algún punto de teatral. La vida es una sucesión de acciones. Ahora hago lo que no hacía unos momentos antes. Ahora salgo al escenario, ahora me retiro. Las acciones están perfectamente articuladas, en el teatro, lo que pasa es que yo no tengo un director de escena que me dé instrucciones. Tengo que saber encadenar constructivamente mis actos para que tengan la necesaria coherencia. Porque la actividad no es, por sí misma, una garantía de acierto o solidez.

Los actos tienen poder mientras que las palabras "vuelan", como dicen los escépticos o los desengañados. Pero el poder de las palabras es enorme, a pesar de su aparente fragilidad. Últimamente veo en los medios de comunicación cómo las palabras son utilizadas con las más diversas intenciones y significados. Los actos aparecen después, con la contundencia que les es propia.

El gran teatro del mundo lo escribió, si no me equivoco, Calderón de la Barca. No todo el mundo sabe controlar el teatro en el escenario de la sociedad. Son inmunes a los silbidos.