Solitaria de cine (sin 'spoilers')

'La forma del agua' tiene algo difícil de ver hoy en día en el cine. Una masturbación sin morbo. Eso es lo que hay que normalizar y no tanto desnudo en Instagram

La forma del agua, de Guillermo del Toro

La forma del agua, de Guillermo del Toro / periodico

Imma Sust

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Amélie, Una pastelería en Tokio o la aclamada La forma del agua. Tres maravillosas películas que tienen algo en común muy difícil de encontrar en el cine. Mujeres solteras felices. Protagonistas femeninas que viven solas y que aman su vida y su rutina aunque desde fuera pueda parecer que no. Una camarera que vive en un barrio cutre de Paris, una anciana con lepra aislada del mundo o una mujer de la limpieza huérfana y muda de nacimiento.

Me gusta ir al cine y reconocerme en esta mujer tan difícil de ver en el séptimo arte y con la que me identifico tanto. Vamos a centrarnos en la mujer de la limpieza espléndidamente protagonizada por la actriz Sally Hawkins, protagonista de La forma del agua. Mujer que vive sola en el deprimente Baltimore de los años 60, que no puede hablar y que no está triste. Es muda, pero se comunica perfectamente. Disfruta viendo cómo llueve, de sus viajes en autobús, de su trabajo mediocre y se masturba con mucha naturalidad dentro de su bañera.

Otra cosa difícil de ver hoy en día en el cine. Una masturbación sin morbo. Eso es lo que hay que normalizar y no tanto desnudo en Instagram. Que las mujeres nos masturbamos. Que el sexo con una misma puede ser igual o más placentero que el sexo con según qué personaje. Ya sea hombre o mujer. Que como canta Rozalén:  “Que ya estoy cansada de besos sin alma, de pieles descalzas, de noches sin calma”.

Masturbarse bien dice mucho de una persona. Con ese plano de pocos segundos que nos muestra al empezar la película Guillermo del Toro nos define muy bien a su protagonista. Una mujer normal, nada atormentada, que como vive sola tiene sexo con ella misma. Me vinieron ganas de levantarme del cine a aplaudir. Mi compañero me dio un codazo y me gritó bajito: "¡Qué bonito!". Y la mujer que tenía sentado al lado, compartió risas con su amiga. Momento mágico de cine. La forma del agua. La forma del aguaNo se la pierdan. Pura magia. Y lo de la masturbación no es ningún spoiler, todas lo hacemos.