Queremos acoger y por eso acogemos

Cada día decenas de personas intentan llegar a un país europeo con la esperanza de un futuro mejor. En algunos casos huyen de la guerra y de la opresión de todo tipo (religiosa, sexual, nacional, étnica) y piden un refugio que, desgraciadamente, y para nuestra propia vergüenza como seres humanos, no somos capaces de dar. Nuestra ciudad, Sabadell, se proclamó ciudad acogedora, precisamente para hacer visible nuestro compromiso de dar refugio a las personas que se ven empujadas a abandonarlo todo y no tienen dónde ir. En otros casos, el motivo de la huida de las personas no es la guerra, sino el intento de huir de la pobreza y de conseguir una oportunidad y un futuro que no tienen los países de origen.

Así, el año pasado llegaron a Catalunya 1.489 menores de edad extranjeros, que vienen solos y que suman, en la dureza de su experiencia, un futuro incierto en nuestro país. El incremento es una tendencia constatable y evidente, y es que desde el pasado mes de julio se está produciendo una llegada a Catalunya de hombres y mujeres extranjeros menores de edad no acompañados y sin referentes familiares, que está superando ampliamente la cifra de otros años. Y continúa creciendo. Evidentemente, hay que hacer todos los análisis, discusiones y dirimir las responsabilidades de esta situación, que no dudamos en calificar de emergencia. Se trata de una situación excepcional, de una crisis migratoria muy grave, que requiere la implicación de todos (administraciones de ámbito estatal y europeas, Generalitat y entidades sociales), pero también es imprescindible y necesitamos la implicación de los ayuntamientos.

Ciudad acogedora

Tenemos una situación de país que obliga a que todos y todas nos arremanguemos y pongamos recursos para hacerles frente. Solo con el trabajo generoso, en red y transversal saldremos adelante como sociedad y como país. En Sabadell tenemos una larga experiencia en el trabajo cooperativo entre el Ayuntamiento y un potente tejido asociativo y entidades del tercer sector. Somos una ciudad con valores muy claros desde siempre. Y por eso hemos sido la primera ciudad catalana que ha ofrecido implicación y colaboración a la DGAIA ante esta preocupante problemática. La colaboración es humilde y sencilla: el Ayuntamiento ha gestionado poder ofrecer a la DGAIA 15 plazas de apoyo, con la previsión de ampliar hasta llegar a las 20, en el Albergue de Juventud de la ciudad. La propuesta cuenta con la colaboración e intervención de la Fundación IDEA, que hará el seguimiento de los chicos y chicas, en coordinación con los profesionales de las concejalías de Acció Social y Drets Civils i Gènere, especialmente desde el ámbito de Joventut.

Durante el tiempo que cada menor permanecerá en el Albergue, se hará el diagnóstico técnico de su situación y se elaborará su propuesta definitiva de protección, acompañados por educadores en todo momento. Queremos atender estos chicos y chicas de manera integral y durante esta estancia temporal en nuestra ciudad debemos ayudarles a encarar su futuro. No podemos abandonarlos, ni queremos, por inacción o inhibición, convertirnos en meros espectadores de una realidad que exige ser transformada. Porque nuestros mejores discursos siempre serán nuestros hechos, y nuestro compromiso, como ciudad acogedora, es dar a estos menores la oportunidad de pertenecer a nuestra sociedad, a nuestro país y a nuestra República.