En clave europea

Europeísmo a la alemana

Angela Merkel y Martin Schulz, tras la rueda de prensa de presentación del acuerdo de gobierno, en Berlín

Angela Merkel y Martin Schulz, tras la rueda de prensa de presentación del acuerdo de gobierno, en Berlín / periodico

Eliseo Oliveras

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El acuerdo gubernamental entre democristianos y socialdemócratas alemanes ha sido acogido con alivio y satisfacción en la Unión Europea (UE), porque aleja el espectro de la inestabilidad en la potencia dominante y por su pátina europeísta. "El acuerdo no solo es una buena noticia para Alemania, sino también para Europa, porque permitirá abordar la reforma de la UE y la eurozona", resumió el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici. "Ahora es el momento de construir una gran coalición paneuropea para lograr un presupuesto ambicioso, un acuerdo inteligente en inmigración y una mejor eurozona", apuntó el presidente de la UE, Donald Tusk.

La formación del nuevo Gobierno alemán aún está supeditada a que el pacto consiga la ratificación de los 464.000 militantes del Partido Socialdemócrata (SPD), en una votación que se prevé reñida y ajustada debido a la enérgica movilización en contra de las Juventudes Socialistas dirigidas por Kevin Kühnert.

Más de 300 veces 'Europa'

Desde la UE se considera muy alentador que el pacto arranque con un capítulo titulado 'Un nuevo comienzo para Europa' y que la palabra 'Europa' aparezca más de 300 veces a lo largo de todo el documento, como resalta el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. No obstante, el capítulo europeo sólo ocupa poco más de cuatro páginas en un documento de 177 páginas en su versión alemana y, a pesar de su retórica europeísta, contiene pocos compromisos y menos concreciones.

El compromiso más importante es la disposición de Alemania "a contribuir más al presupuesto de la UE" tras la pérdida de unos 10.000 millones de euros anuales que implicará la salida del Reino Unido, aunque más adelante se condiciona implícitamente esa mayor aportación a que los otros países ricos hagan lo mismo. El pacto propone reforzar financieramente la capacidad de actuar de la UE a través del futuro marco presupuestario plurianual a partir del 2021 y "la preservación" de los fondos estructurales de la UE (económicos, regionales y sociales).

Guiño a Macron

En un gesto hacia el presidente francés, Emmanuel Macron, el texto contiene múltiples referencias a reforzar la cooperación y a trabajar estrechamente con Francia y respalda alguna de sus iniciativas para reformar la eurozona, como que el futuro Fondo Monetario Europeo esté sometido a control parlamentario, a diferencia de lo que ocurre ahora con el Mecanismo Europeo de Estabilidad que ha gestionado los rescates de los países en apuros.

La cancillera alemana, Angela Merkel, ha aceptado que pueda haber "una partida específica en el presupuesto para la estabilización económica, la convergencia social y el apoyo a las reformas estructurales en la eurozona, que podría ser el punto de partida para un futuro presupuesto de inversión para la eurozona". Pero el volumen de esa partida podría acabar siendo testimonial y la propuesta de Macron de un presupuesto para la eurozona queda relegada a un futuro impreciso. Tampoco hay ninguna mención al ministro de Economía común para la eurozona, ni a un Parlamento específico para la zona euro y ni mucho menos a la posibilidad de eurobonos.

Tensiones Este-Oeste

En el texto ni siquiera se menciona el objetivo de completar la unión bancaria de la eurozona, respecto a la cual Alemania mantiene reticencias en el fondo de resolución de crisis bancarias y el sistema común de garantía de depósitos, por el temor a tener sufragar el coste de la crisis de los bancos de otros países.

El pacto gubernamental alemán insiste en la defensa de la cohesión social y de una justa distribución de la riqueza, pero las medidas más concretas son desarrollar una regulación sobre salarios mínimos y seguridad social básica y acabar con el 'dumping' social de las empresas de Europa Oriental. Además, Alemania anuncia que quiere restringir la inmigración europea que pretenda abusar de los sistemas de seguridad social. Estas medidas pueden agravar las tensiones Este-Oeste.

Control presupuestario

Aunque el líder socialdemócrata, Martin Schulz, ha proclamado "el fin del 'diktat' de la austeridad", la realidad es muy distinta. Pese a que los socialdemócratas han obtenido el Ministerio de Finanzas, el cargo será ocupado por el moderado Olaf Scholz y el acuerdo gubernamental subraya que "el pacto de estabilidad continuará siendo nuestra brújula". El texto precisa que "promoverán el control presupuestario" y reafirma el principio de que cada uno debe asumir el coste de sus riesgos. Además la propuesta de reforma de la eurozona presentada por la Comisión Europea reforzará aún más la obligación de eliminar el déficit público.

El pacto, más allá de su retórica, mantiene el statu quo alemán en la UE, con el hándicap de que la nueva Grosse Koalition nace debilitada por el mal resultado electoral de sus miembros y con una oposición encabezada por la populista Alternativa por Alemania (AfD), que con su nacionalismo socioeconómico dificultará cualquier compromiso que pueda implicar un coste para Alemania.