IDEAS

¿Plagio u homenaje?

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Desirée de Fez

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En plena era de la nostalgia y de la referencia (porque es obvio que ahí seguimos), ¿quién decide y con qué criterio lo que es un plagio y lo que es un homenaje?

Varias publicaciones 'online', entre ellas 'The Playlist' e 'IndieWire', se han hecho eco de unas declaraciones de Jean-Pierre Jeunet para el diario 'Ouest-France' en las que acusa a Guillermo del Toro de copiar en 'La forma del agua' una escena de 'Delicatessen' (1991), aquella en la que Karin Viard y Dominique Pinon, sentados en una cama, ponen a danzar sus pies. Al margen de lo lógico o de lo oportunista (yo tiro más a lo segundo) que nos resulten las declaraciones del director de 'Amelie' (2001) sobre la película que, por fin, ha acabado de consagrar a Del Toro y parte con más nominaciones a los Oscar, esa polémica ha abierto un debate muy interesante en Internet. Para unos, es una copia descarada. Para otros, se trata de un homenaje directo y sincero. Y otros hablan de escenas completamente distintas, de casualidad, de una inspiración abstracta o de dos directores muy personales pero con  obvios referentes compartidos.

Jean-Pierre Jeunet ha acusado a Guillermo del Toro de copiar en 'La forma del agua' una escena de 'Delicatessen'

Lo más llamativo es que casi todo eran aseveraciones. No había muchos argumentos. Intenté recordar cómo había abordado últimamente en mis críticas las películas más nostálgicas, y también otros artículos y opiniones sobre ellas que me hubieran gustado. Y confirmé mi sospecha: había hecho un poco lo mismo. También confirmé que no era la única. Salvo en casos de remedos descarados (o bochornosos, que también los hay) o de películas y autores referenciales (que hay muchísimos, más que nunca) que trabajan de forma deliberada a partir de material ajeno, había ejercido varias veces de jueza caprichosa. ¿El criterio? Pues el puramente emocional, uno de los males de una era en la que se opina mucho más con el estómago que con la cabeza. Y me temo que es algo generalizado que habría que empezar a vigilar. Básicamente porque, al final, estamos decidiendo si una cosa es un plagio descarado o un hermoso e inteligentísimo homenaje en función de lo mucho o lo poco que nos guste un cineasta o, peor aún, de lo bien o de lo mal que nos caiga.