LA CLAVE

Cambio de tercio

El independentismo no se va a diluir ni a recular, simplemente va a cambiar de tercio

Buenafuente/Puigdemont y Pérez/Rajoy.

Buenafuente/Puigdemont y Pérez/Rajoy.

Albert Sáez

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El independentismo ha fracasado en su intento de destruir el Estado desde dentro del Estado. Los procedimientos judiciales en los que se ve inmerso desde el 20 de septiembre condenan a quienes pretendieron pasar de las ideas políticas a los actos administrativos a la cárcel y a la inhabilitación. Las elites del Estado, no las de la nación española, consideran que con el auto de procesamiento que prepara el juez Llarena para el próximo mes de marzo es suficiente para desactivar lo que aún ahora consideran que es un suflé. Los mensajes de Puigdemont a Comín son el último botín de quienes cada dos por tres dar por cazado el tesoro independentista. Es curioso que no aprendan. La destrucción de los Pujol, de CiU, de la mismísima Convergència, de su aparato recaudador o del mismísimo Artur Mas no impidió que el 21-D más de dos millones de catalanes votaran independencia a pesar de las cargas policiales, la construcción de un caso penal por rebelión o la aplicación del famosísimo artículo 155 de la Constitución. Algo sí que han conseguido: que el flamante president del Parlament, Roger Torrent, sea el primero en no arrugarse por un tuit de un Rufián cualquiera. Ese es el punto de inflexión.

Y llegados a este punto la pregunta es: ¿cuál es el siguiente paso de los independentistas? Algunos quieren seguir el guion de los inmovilistas de Madrid y ahondar en el tacticismo hiperventilado que les ha guiado desde el año 2012. ahí está Puigdemont y, no lo olvidemos, su actual consegliere Francesc Homs ,artífice de la eterna patada hacia adelante. El drama es que ese era el guion de la candidatura de Junts per Catalunya si quedaba por detrás de Esquerra. Pero quedó por delante. Y ahora eso no gusta ni a los más sensatos del PDeCat. ¿Cuál es la alternativa? La idea que se abre paso es la del cambio de tercio. El camino de construir la independencia desde las instituciones ha llegado a su fin. El saldo es que el independentismo ya no es esclavo de un momentum como el de Pablo Iglesias. El Rey, RajoySáenz de Santamaría, Llarena, Pérez de los Cobos y todo el aparato del Estado que se ha sentido amenazado ha solidificado el suflé. Y se proponen cambiar de tercio sin devolver el toro a los toriles. Van a seguir punzándolo. Ahora desde el tercio de varas.