El Día Internacional del Abogado amenazado

La noche del 24 de enero de 1977 fueron asesinados a su despacho de Madrid cuatro abogados laboralistas, su única culpa fue ejercer la noble profesión de defensa de los trabajadores. Un día doloroso para la abogacía en la reciente historia de nuestro país, en el que cuatro compañeros y un sindicalista, con su vida sembraron los valores de la libertad, de la esperanza y de la defensa frente aquellos que, al no tener ideas, ni argumentos, utilizan la violencia.

Desde entonces, cada año, la abogacía de toda Europa nos unimos para denunciar la situación a la que se ven sometidos todos aquellos que ven amenazada su libertad y cuando no, su propia vida, en el ejercicio de la profesión. Honduras, Colombia, Filipinas, o China y este año, Egipto. Son Países todos muy diferentes entre ellos, pero con un elemento común: a menudo, los garantes de las libertades y los derechos de las personas, sufren persecuciones, coacciones, encarcelamientos y arriesgan frecuentemente su integridad física para ejercer el derecho de defensa. 

Urgen acciones que permitan visibilizar la situación de riesgo que padecen los defensores de los derechos humanos, en países con una protección deficitaria

Compromiso de la abogacía

No es suficiente con denunciar públicamente los flagrantes casos de vulneración del derecho de defensa, hacen falta también acciones que permitan visibilizar la situación de riesgo que padecen los defensores de los derechos humanos, en países con una protección deficitaria. Es por ello precisamente, por lo que, desde la Fundación Abogacía Española, haciendo patente el compromiso de la abogacía española, interviene en misiones del Observatorio Internacional para la Abogacía en Riesgo -cuya creación vino de la mano del Consejo General de la Abogacía Española, y del que el Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona, forma parte-.

Solo durante el último año, en su afán de dar una respuesta eficaz a los miles de abogados y abogadas perseguidos en todo el mundo, participó en Honduras, junto con el Consejo Nacional de la Abogacía de Francia para escuchar 'in situ' las demandas del colectivo en riesgo y hacérseles saber que no están solos. Resulta imprescindible proporcionar una vigilancia constante a la situación de los letrados y letradas amenazados en el mundo en razón del ejercicio legítimo de la profesión, y es fundamental también, ofrecerles asistencia, protección cuando su vida, libertad o ejercicio profesional resulten amenazados.

Hace pocos días asistimos ante un terrible hecho que nos conmocionó y nos interpela: el asesinato de la abogada ucraniana Iryna Nozdrovska, gran activista en defensa de los derechos humanos. Es de justicia recordar que los gobiernos deben garantizar que los abogados puedan desempeñar todas sus funciones profesionales sin intimidaciones, obstáculos, acosos o interferencias indebidas.

El escenario venezolano

No puedo dejar de hacer mención también al escenario que se enfrenta la profesión en Venezuela; quienes defienden se ven en serios conflictos internos e incluso se ven lanzados al exilio, por defender a los activistas de derechos humanos que se atreven a exponer las violaciones por parte de órganos gubernamentales. Recientemente, en el Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona, tuvimos la oportunidad de escuchar de primera mano el testimonio de un miembro de la Junta Directiva del Colegio de Abogados de Caracas, quien nos ilustró las muchas dificultades y hostigamientos a los que se ven sometidos. En ocasiones, es el propio Estado que lejos de garantizar el derecho de defensa, lo persigue. En este sentido, quiero asumir como propia la responsabilidad colectiva de desarrollar todas las formas de apoyo jurídico posibles que permita cooperar en los procesos administrativos y judiciales que afectan a defensores de derechos humanos, particularmente o en los que participan éstos últimos en representación de las víctimas, pues solo así podrán cumplir con el cometido de velar por los intereses ciudadanos y contribuir a un auténtico Estado de Derecho. 

Quienes defienden no pueden quedar indefensos. Hace falta activar mecanismos de protección nacionales, regionales e internacionales, proporcionar ayudas materiales y morales para garantizar el derecho de defensa. Resulta necesario también un abordaje de las deficiencias de los mecanismos institucionales de protección bajo el amparo de la Ley de Protección para Defensores de Derechos Humanos en los países con democracias débiles o regímenes autoritarios.

Ejercicio en libertad y con garantías

En el Día Internacional del Abogado y Abogada amenazados, y hasta que sea posible ejercer con plena libertad y garantía el derecho de defensa, la abogacía internacional seguiremos reclamando a los Estados el cumplimento de los deberes que les son inherentes para proteger a la ciudadanía, y para facilitar el noble ejercicio de la defensa en libertad y con garantías. Tenemos el deber de ser motor de la sociedad civil para sean respaldados los compañeros y compañeras que se vean amenazados en cualquier lugar del mundo y que las agresiones que puedan sufrir por parte de organizaciones o individuos no queden en la indiferencia y la impunidad. 

Hoy, como cada día reafirmamos el compromiso en pro de los valores de la defensa y de los derechos humanos, pues su vulneración y la amenazas que aún ciernen a la profesión debilitan la esencia del Estado de Derecho, cual es garantizar la defensa de sus ciudadanos.