Apunte

La asignatura pendiente

Fomento no puede seguir dando la espalda al compromiso de soterrar las vías en L'Hospitalet al que se llegó con la unanimidad de todos

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NÚRIA MARÍN

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El día a día de muchos ciudadanos y ciudadanas del área metropolitana y de la segunda corona metropolitana viene marcado desde hace unos años por los retrasos, las constantes averías e incidencias que padecen en sus trayectos en la red de Rodalies de Renfe. Una situación que es consecuencia de la falta de inversión reiterada por parte del Ministerio de Fomento en una infraestructura más propia del siglo XIX que del XXI.  Esta falta de inversiones, además de complicar nuestra cotidianidad, nos hace perder competitividad y tiene consecuencias nefastas en el medio ambiente y la calidad del aire al no ofrecer una alternativa eficiente al vehículo privado. Es evidente que no podemos abordar los retos de futuro de un área central para el desarrollo de Catalunya, como es la región metropolitana de Barcelona, con infraestructuras obsoletas.

Clamor unánime

La grave situación de Rodalies es en este momento un clamor unánime ante el cual Fomento no puede seguir permaneciendo impasible. Para poner remedio a esta situación, una inversión necesaria es el soterramiento de las vías de L’Hospitalet y la construcción del intercambiador de La Torrassa, que dotará a la red de más capacidad y mejorará su gestión y conectividad con el resto de la red de transporte público. Hablamos de un proyecto que está redactado y consensuado con las diferentes administraciones, y que solo hace falta que el Gobierno recupere del cajón donde ha estado todos estos años olvidado, le saque el polvo y lo licite. Es una emergencia para L’Hospitalet, sí, pero lo es también para la economía, la calidad del aire y la movilidad del país.

Es necesario que, entre todos, sumamos fuerzas y prioricemos, a partir de criterios de rentabilidad económica pero también social, aquellas actuaciones más necesarias si queremos avanzar hacia un sistema de movilidad más equitativo.

Estación de La Torrassa

El proyecto de L’Hospitalet, con un presupuesto de más de 400 millones de euros, además del soterramiento incluye la construcción de una estación intermodal en La Torrassa, donde coincidirán las líneas 1 y 9 del metro con las líneas de Vilanova y Vilafranca de Rodalies, y que se convertirá en el intercambiador de referencia del sur de Barcelona. Permitirá además transformar la Gran Via y desarrollar el clúster biomédico en torno a los hospitales de Bellvitge, Duran i Reynalds el Idibell y la Universitat de Barcelona.

El Ministerio de Fomento no puede seguir dando la espalda a un compromiso al que se llegó con la unanimidad de todas las partes, un proyecto que en la ciudad cuenta con un amplísimo consenso. Un frente común formado por la totalidad de partidos políticos de la ciudad, entidades, agentes económicos y sociales, entre otros, que exigimos disponer de un transporte público que ofrezca un buen servicio a la ciudadanía. Asimismo, la cobertura de las vías ayudará a coser unos barrios hoy fracturados por el paso del tren.

Obras esenciales

Si bien los incumplimientos deFomento han sido numerosos, espero que en la próxima visita que el ministro Íñigo de la Serna ha anunciado que va a realizar a L’Hospitalet formalice, de una vez por todas, el inicio de unas obras esenciales para la ciudad y el área de Barcelona.

Además de la gran obra de soterramiento, no olvidamos la reivindicación de las obras pequeñas necesarias para el normal desarrollo de la vida cotidiana de los ciudadanos.  Fomento ha incumplido los plazos de inicio de obras para resolver la accesibilidad de la estación de Bellvitge-Gornal. Cada día muchos viajeros y los vecinos de Bellvitge y Gornal padecen la subida y bajada de 33 escalones cargados con carros de la compra, cochecitos de bebé o con maletas. Esta situación debe resolverse de inmediato tal como el Gobierno de España se ha comprometido.