Opinión | IDEAS

Xavier Bru de Sala

Escritor y periodista.

Xavier Bru de Sala

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Emergencia audiovisual

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zentauroepp41573213 barcelona seu sgae passeig de colom 6 12 01 2018 televi180115192150 / LUAY ALBASHA

En las próximas semanas se puede echar a perder la capacidad de producir ficción audiovisual en Catalunya. A pesar de las amenazas y la incomodidad del PP con el sector en Madrid, allí el apoyo público se mantiene. La demanda del mercado, sobre todo de las televisiones y las plataformas de contenidos, es alta y creciente.

Desde la Transición, los flujos de capitalidad cultural se han movido siempre desde Barcelona hacia Madrid. De las discográficas y las galerías de arte o la edición de libros de texto hasta la misma producción de contenidos radiofónicos y televisivos, las transferencias han sido una constante. Sin embargo, Barcelona se ha mantenido como capital editorial hispanoamericana, al menos hasta el reciente cambio de sede social de Planeta.

La migración de profesionales hacia Madrid ya ha empezado y amenaza con convertirse en avalancha

También había conseguido desarrollar un sector audiovisual suficientemente fuerte como para mantener la cocapitalidad. De toda la producción de ficción, Barcelona había llegado a un 40% en el 2010. En la actualidad, y a pesar de la inyección de la 'tasa Mascarell', avanzada por la Generalitat en previsión de que fuera suprimida por el Tribunal Constitucional, la cuota catalana ronda solo el 20%. Mientras estábamos distraídos con el Procés, nos hemos quedado a la mitad.

Pues eso, precisamente este mínimo, es lo que ahora está a punto de desaparecer. No por falta de encargos procedentes de Madrid, sino por la disminución drástica de las ayudas públicas autóctonas. TV3 ha pasado en este periodo de más de 21 millones de euros a cuatro, y ahora anuncia el cero. El Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC) pasa de 22 a 5. De manera que nos quedamos sin producción propia ni incentivos de coproducción. La migración de profesionales hacia Madrid ya ha empezado y amenaza con convertirse en avalancha. Supervivencia obliga.

Lo único que podría esquivar la catástrofe es una inmediata aportación extraordinaria y finalista del Parlament a TV3 y al ICEC. Si esto no ocurre en un mes, se detendrá una rueda que va a costar mucho, muchísimo, volver a poner en marcha.