Dos miradas

Recontar

Alguien dijo en la red: «Un país que tiene a un filósofo recontando votos, lo puede todo». Quizá se trata de eso y de todo lo que eso significa. Simplemente

Imagen del reportaje de 'Sense ficció' '1-O'

Imagen del reportaje de 'Sense ficció' '1-O' / periodico

JOSEP MARIA FONALLERAS

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Cada día paso una o dos veces por delante del Col·legi Verd de Girona. Es una escuela inaugurada durante la República que tiene una fachada racionalista muy interesante y que siempre ha estado pintada de color verde. Tuvo nombres de científicos y clérigos, pero al final mandó la simplicidad cromática. Cada vez que paso por delante, pienso en las imágenes del día 1 de octubre, aquella razia que golpeó la escuela con dureza, con fuerzas del orden a ambos lados de la calle, con golpes y empujones, con una furia desmesurada y planificada. Fue una de las primeras escuelas que recibió el embate de la policía, porque era (y es) el centro donde estudian las hijas de Puigdemont.

Pensaba en el Verd mientras veía el documental sobre el 1-O que emitió TV-3. Pensaba en aquel día que no olvidaremos nunca y en los miedos que nos asaltaron y en el coraje de muchos que pudieron superar la desazón y en aquella sensación de comunidad que iba más allá del primer día de octubre y que se extenderá durante muchos años a lo largo de la memoria de muchos, «banda de hermanos», como decía Shakespeare en Enrique V.

Hay un momento en que la actriz Sílvia Bel explica que, como no cuadraban los números de su mesa, presidida por el filósofo Xavier Antich, decidieron recontar y subsanar el error. Alguien dijo en la red: «Un país que tiene a un filósofo recontando votos, lo puede todo». Quizá se trata de eso y de todo lo que eso significa. Simplemente.