"Para que vuelva el 'president'..."

Puigdemont ganó a ERC con la promesa de volver para ser investido. Si la rompe, el lema de la 'restitución' del Govern será un arma de doble filo

ENRIC HERNÀNDEZ

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"Para que vuelva el 'president', hay que votar al 'president'". Simple, directo y, sobre todo, muy efectivo, a juzgar por el resultado del 21-D. Así era el eslogan del segundo spot electoral de Junts per CatalunyaJunts per Catalunya, con Carles Puigdemont avanzando hacia la cámara en medio del frondoso Forêt de Soignes.

El 'president' depuesto logró con esta sencilla promesa sus dos grandes objetivos: que el independentismo revalidase la mayoría absoluta y que su exilio voluntario en Bélgica conmoviera más al electorado que el forzoso encarcelamiento de Oriol Junqueras, para así hacer el 'sorpasso' a ERC en las urnas y, legítimamente, aspirar a recobrar la presidencia. Pero el desenlace de este conflicto conyugal está aún por escribir.

El abogado de Puigdemont, Jaume Alonso-Cuevillas, lo expuso días atrás con singular crudeza: "La única opción que tiene [de ser investido] es volver, pero será detenido y podría acabar en prisión incondicional." Podrá desgañitarse el candidato exigiendo que, por respeto a las urnas, Mariano Rajoy le procure la impunidad que sus compañeros de lista y de Govern no tuvieron, pero al final deberá decidir si cumple su palabra, a riesgo de acabar entre rejas, o si reconoce que aquel compromiso fue solo un artificio electoralista.

REALISMO MÁGICO Y REALIDAD

En la cocina soberanista ya hay quien barrunta una receta imaginativa: una reforma exprés del artículo 146 del reglamento del Parlament para posibilitar la investidura en ausencia del investido. Ocurrencia de difícil encaje legal, que nos retrotraería a las ominosas sesiones parlamentarias de septiembre y que, por lo demás, tampoco es seguro que concitara el apoyo mayoritario de la cámara.

En ausencia de Puigdemont, Esquerra reclamará que corra la lista: si se trataba de restituir al Govern cesado, el turno sería para el 'exvicepresident' Junqueras, que el 4 de enero espera quedar en libertad bajo fianza. Con una salvedad: de acabar procesado por rebelión será "automáticamente suspendido" del cargo, según el artículo 384 bis de la ley de enjuiciamiento criminal.

Y es que el realismo mágico aún sirve para ganar elecciones, pero no para alterar la realidad.