ANÁLISIS

Carta a los indecisos...

Quedan 6 días y un 27% del electorado no sabe a quién votar. Señores políticos no desperdicien la oportunidad de explicar sus intenciones. De explicarlas bien

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OLGA RUIZ

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Queridos indecisos, 

Hace días que pienso en vosotros, en el difícil momento que estáis pasando, en la presión que sentís conforme se va acercando el día del que todo el mundo habla, ese 21-D que tenéis marcado en vuestro calendario con un interrogante. Para vosotros, indecisos, el próximo jueves no es más que una gran pregunta a la que no sabéis encontrar respuesta. No dudo que lo hayáis intentado, aunque por el momento sin demasiado éxito. Es probable que hayáis tenido algún momento de lucidez, de clarividencia, unas horas  en las que ese nubarrón que se ha instalado permanentemente sobre vuestra cabeza ha desaparecido para mostraros como nunca la opción más sensata, la única posible, la mejor. ¡Qué bien se siente uno cuando tiene claro lo que quiere hacer, lo que va a hacer! Pero qué poco os ha durado, qué rápido vuelve a confundirse todo, con qué velocidad se desmoronan ideas, intenciones, y proyectos que hasta empezabais a celebrar como vuestros, qué pronto el blanco se torna negro en esta campaña electoral.

Los huérfanos de decisión

Y ahí estáis vosotros, un 27% según las últimas encuestas, huérfanos de decisión, sin la determinación necesaria para coger una u otra papeleta, aplaudir a uno u otro candidato, justamente en estas elecciones, en las que  se habla hasta el hartazgo de la importancia de tener claro el voto, de famosos bloques, de estar en un lado o en el otro, de que las urnas hablen de forma clara y contundente. Vosotros, que esquiváis el tema en el trabajo, con amigos, con la familia. No es que no os interese, es que no sabéis qué hacer y todo el mundo a vuestro alrededor os exige que lo sepáis ya, que es urgente. Como si no tuvierais bastante con vuestra desazón, vuestro desencanto, vuestras dudas más que razonables. 

Queridos indecisos, en esta campaña sois los grandes olvidados en realidad. Los candidatos que concurren al 21-D hablan y hablan pero lo hacen en primer lugar para ellos y en segundo, para sus seguidores, sus votantes: los convencidos. Los que no tienen ninguna duda, los que no necesitaban una campaña electoral para decidirse. Hablan para su público, que como no podía ser de otra forma, les aplaude. Quizá, conscientes de que ese 27% que representáis pesa mucho, a lo largo de estos días han tenido algún conato de abertura de discurso, una transversalidad forzosa y forzada, algún guiño, pero les ha durado lo justo para matizar a tiempo, corregir a tiempo o incluso desmentir a tiempo. Los experimentos con gaseosa, les deben decir los suyos.

Por eso, esa ausencia de determinación no es ni mucho menos culpa vuestra. Debería ser un toque de atención para todos los candidatos en esta recta final de la campaña electoral. Que vosotros no lo tengáis claro, apela directamente a su falta de claridad. Mensajes confusos para tiempos confusos, justo lo contrario de lo que necesitamos. Así es difícil decidirse sin realizar un acto de fe y vosotros, ya hace tiempo que habéis dejado de creer sin más. Quedan 6 días y un 27% del electorado no sabe a quién votar. Señores políticos no desperdicien la oportunidad de explicar sus intenciones. De explicarlas bien.