FAVORITO EN LA CHAMPIONS

Seguro que nadie quiere al Barça

Ernesto Valverde y Leo Messi conversan antes de que la estrella argentina salte al campo a falta de media hora.

Ernesto Valverde y Leo Messi conversan antes de que la estrella argentina salte al campo a falta de media hora. / periodico

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

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Alguien, o muchos, está siendo muy injusto con este Barça, al que le ha pasado de todo, desde la traición de Neymar hasta la grave lesión de Dembélé, pasando por el marcaje del procés, que por poco le hace perder los tres puntos ante Las Palmas y regalar un montón de puntos más al Madrid, además de la fallida (y esperpéntica) moción de censura a su presidente, pasando por las no menos ruidosas y eternas renovaciones  de Iniesta Messi.

Y ahí está. Todos, absolutamente todos los equipos europeos (tal vez, el único que lo dudaría sería el soberbio Manchester City de Pep Guardiola), se cambiarían en estos momentos por este fabuloso Barça (lider en España y en Europa)), que anoche sumó cuatro largos años sin perder en Champions en el Camp Nou (son ya 24 partidos), que es el equipo menos goleado de la fase previa (tan solo un gol), líder indiscutible de su grupo, ogro para todos los segundos de grupo y, tras su derrota supercopera ante el Madrid, no pierde un partido.

El conjunto azulgrana solo ha encajado un gol en la fase previa de la Champions, una marca impresionante

No solo son números espectaculares. También son partidos con enorme control, solvencia, autoridad, eficacia y, sobre todo, una enorme armonía entre todos sus jugadores, pues Ernesto Valverde (y se volvió a demostrar ayer) ha logrado que todos se sientan necesarios e, incluso, parezca preocupar más a la crítica (ni siquiera al aficionado) la posición de central que al propio Txinguirri, que anoche, además de demostrarnos que Vermaelen está en forma, rescató el invento de Guardiola de Busquets como posible central.

Y eso que, de pronto, se le ha complicado algo más el calendario, sobre todo teniendo en cuenta el sorteo de Copa (Celta, que empató 2-2 en el Camp Nou) y pinchando el Chelsea, que, junto al Bayern, podría ser un temible rival en octavos. Pero, como dijo Denis Suárez, «¿a quién quiero?, a nosotros nos es indiferente; la cuestión es que seguro que los demás no nos quieren a nosotros».

¡Ah! y otro descansito para Leo Messi, pensando en la Liga.